Las bolsas asiáticas registraron un desplome histórico este lunes, tras el anuncio del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de mantener e incrementar los aranceles a nivel global. La decisión del mandatario intensificó los temores de una recesión mundial y desató una ola de ventas masivas en los mercados financieros.
Trump se negó a dar marcha atrás en la imposición de tarifas, pese a las advertencias de economistas y a la respuesta inmediata de China, que anunció represalias comerciales. “No busco provocar una liquidación de acciones”, declaró el presidente estadounidense, agregando que no puede prever cómo reaccionarán los mercados, aunque destacó que sus socios comerciales “están viniendo a la mesa” para negociar.
El sábado entró en vigor un impuesto universal del 10% a todas las importaciones a Estados Unidos. Además, se prevé un incremento de aranceles este miércoles: un 20% para productos de la Unión Europea y un 34% para mercancías procedentes de China.
La reacción en los mercados fue inmediata. El desplome se intensificó durante la apertura en Asia, con caídas significativas en los principales índices bursátiles:
- El Nikkei 225 de Tokio cayó un 6.5%.
- El Hang Seng de Hong Kong se desplomó casi un 10%.
- La bolsa de Shanghái perdió más del 4%.
- El S&P/ASX 200 de Australia cayó un 6.09%.
- El Taiex de Taiwán colapsó un 9.8%.
- El Straits Times de Singapur retrocedió un 7.37%.
Como respuesta a las medidas estadounidenses, China anunció la imposición de aranceles del 34% a productos importados desde Estados Unidos, intensificando así las tensiones comerciales.
La incertidumbre desatada en los mercados ha llevado a los analistas a encender las alarmas. Stephen Innes, estratega de SPI Asset Management, calificó la situación como una “guerra económica sin cuartel” y advirtió que los indicadores actuales apuntan a una disminución de la demanda global, aumentando el riesgo de una recesión a escala mundial.
Pese a las advertencias, Trump reiteró su postura: no firmará acuerdos comerciales que no aborden los déficits de Estados Unidos, argumentando que, a veces, “es necesario tomar la medicina para arreglar algo”.