El Papa Francisco advirtió este jueves que el terrorismo fundamentalista en Medio Oriente golpea por igual a todos los cristianos, sin hacer diferencia entre católicos, ortodoxos o protestantes.
Esto durante una audiencia en la Sala Clementina del Palacio Apostólico del Vaticano con los integrantes de la Reunión de las Obras para la Ayuda a las Iglesias Orientales (Roaco).
El pontífice constató que las comunidades cristianas del Medio Oriente han sufrido “terribles olas de persecución y de tribulaciones” en las últimas décadas, lo cual ha debilitado su presencia en los territorios en los cuales había florecido durante siglos.
Estableció que especialmente en Siria y en Egipto, estos grupos “ven a sus hijos sufrir” a causa del perdurar de la guerra y de las “insensatas violencias perpetradas por el terrorismo fundamentalista”.
Más adelante, destacó la elección radical que cumplen los sacerdotes y seminaristas que han permanecido en esos territorios, cuyas poblaciones “muchas veces son puestas a prueba”.
“Estamos también conscientes de las tentaciones que se pueden encontrar como la búsqueda de un estatus social reconocido al consagrado en algunas áreas geográficas, o un modo de ejercitar el rol de guía según criterios de afirmación humana o esquemas de la cultura o el ambiente”, apuntó.
Insistió en recordar que, actualmente, los cristianos de esas latitudes derraman su sangre como “sello de su testimonio” y deseó que, si son obligados a emigrar, puedan ser acogidos en los lugares donde llegan y puedan continuar a vivir según su tradición eclesial.
