Volcán entra en erupción en Islandia
Después de los fuerte sismos en la zona, la tierra se abrió en Islandia y comenzó a salir lava
En las últimas horas, una erupción volcánica en el suroeste de Islandia ha desencadenado una serie de preocupaciones sobre la seguridad de pueblos y estructuras clave en la región, conocida por su intensa actividad volcánica en el Atlántico norte. Con una frecuencia de erupciones cada cuatro o cinco años, este último evento ha puesto en peligro un pueblo pesquero evacuado al sur del volcán, una planta de energía y la famosa atracción turística, el balneario Blue Lagoon, al oeste.
La erupción, que se esperaba desde finales de octubre, sorprendió a la región después de varias semanas de relativa calma. Desde las 22:17 horas del lunes, fuentes de lava fundida se han elevado a cientos de metros en el cielo, generando una preocupación inmediata por la seguridad de la población y las infraestructuras circundantes.
Entre las zonas en riesgo se encuentra Grindavik, un pueblo pesquero evacuado a principios de noviembre debido a terremotos que dañaron calles e infraestructuras. Aunque la lava actualmente no fluye hacia la ciudad, la proximidad del volcán plantea desafíos continuos para las autoridades locales.
Además, la planta de energía y el popular balneario Blue Lagoon, importantes para la economía y el turismo de Islandia, están amenazados por la erupción en curso. Las autoridades han evacuado precautoriamente áreas cercanas y se mantienen atentas a la evolución del evento.
A pesar de la magnitud de la erupción, los vuelos en el principal aeropuerto internacional, Keflavik, continúan operando, aunque con precauciones debido a la emisión de cenizas. Las autoridades aéreas han emitido advertencias y están monitoreando de cerca la situación.
La Oficina Meteorológica ha informado que la grieta en la corteza terrestre mide aproximadamente 4 kilómetros, y las erupciones se extienden a lo largo de toda su longitud. Esta península de Reykjanes, a unos 40 kilómetros al suroeste de la capital, había permanecido inactiva durante casi 800 años hasta principios de 2020, cuando se inició una intensa actividad sísmica.
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