Dexeus ha reconstruido el clítoris a 127 víctimas de ablación desde 2007
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Internacional

Dexeus ha reconstruido el clítoris a 127 víctimas de ablación desde 2007

Desde 2007, la Fundación Dexeus Mujer, ha reconstruido el clítoris de 127 mujeres víctimas de la mutilación genital femenina


Dexeus ha reconstruido el clítoris a 127 víctimas de ablación desde 2007 | El Imparcial de Oaxaca

Desde 2007, la Fundación Dexeus Mujer, ha reconstruido el clítoris de 127 mujeres víctimas de la mutilación genital femenina, a 10 de ellas en el último año.

La entidad ha publicado los últimos datos de su Programa de reconstrucción genital después de una ablación con motivo del Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina, que se celebra el domingo 6 de febrero.

Dexeus ha seguido realizando estas intervenciones, “a pesar de la pandemia”, “en los casos en los que ha sido necesario, así como ofreciendo acompañamiento psicológico a todas las pacientes”, según aseguró el doctor Pere Barri Soldevila, director del programa de reconstrucción genital.

25 % nacidas en España

En concreto, en el pasado 2021, la Dexeus realizó 10 operaciones de este tipo.

El 25 % de estas 127 víctimas de ablación de clítoris tratadas en la Dexeus desde 2007 han nacido en España, otro 25 % en Senegal, un 10 % en Gambia y un 9 % en Mali.

El resto proceden de países como Costa de Marfil, Guinea, Guinea-Bissau, Nigeria, Burkina Faso, Etiopía, Sudán, Egipto, Ghana y Kenia.

El 64 % de las pacientes residen en Cataluña, mayoritariamente en la provincia de Barcelona (45) y en menor medida en Girona (25), Lleida (11) y Tarragona (1).

Se lo debía a sí misma

Mariama, cuyo verdadero nombre quiere mantener en secreto para preservar su intimidad, fue una de esas 127 personas que decidió someterse a una cirugía de reconstrucción. La joven, que creció en Cataluña, fue víctima de ablación genital femenina durante unas vacaciones en Gambia, país de origen de sus padres. La mutilación no solo le cercenó el clítoris y los labios menores, sino que le mellaron una parte importante de su identidad.

Tras ello, estuvo acudiendo a una psicóloga que le ayudaba a vivir con ello hasta que, a los 21 años, se topó con un artículo sobre la reconstrucción genital, mientras ojeaba las páginas de un diario. La curiosidad le hizo pedir cita en el centro Dexeus Mujer de Barcelona, animada por su terapeuta.  “Me lo debía a mí misma”, sentenció.

Mantuvo todo el proceso de preparación en secreto, una decisión bastante común segun el Dr. Barri, y el día de la operación le acompañó una amiga. “No lo entenderían y no es necesario que lo sepan ahora”, dice Mariama sobre la decisión de no decírselo a sus padres. “Algún día creo que lo haré, pero ahora mismo, no», añade.

Éxito en más del 75 % de los casos

La intervención de reconstrucción genital dura unos 45 minutos y su objetivo es restituir anatómicamente el clítoris y otros órganos afectados, así como recuperar su aspecto y capacidad sensitiva, algo que se consigue en más del 75 % de los casos.

Además, el Dr. Barri asegura que el 90 % recupera una fisionomía muy cercana a la de una mujer no mutilada.

De acuerdo con el informe La Mutilación Genital Femenina en España, elaborado en 2020 por la Fundacíón Wassu y la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) junto con la Delegación de Gobierno Contra la Violencia de Género, más de 3.600 niñas en España se encuentran en riesgo de sufrir ablación de clítoris.

Según el estudio, Barcelona es la provincia con el número estimado de niñas en riesgo más elevado, con 746 menores, seguida de Girona (504) y Madrid (334).

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que actualmente hay en el mundo más de 200 millones de mujeres y niñas que han sufrido ablación de clítoris en los 30 países de África, Oriente Medio y Asia en los que está extendida esta práctica.

En la mayoría de casos, esta práctica se realiza entre la lactancia y los 15 años y, según la OMS, puede provocar dolor intenso, fiebre, inflamaciones, hemorragias graves, problemas menstruales y urinarios, problemas sexuales y trastornos psicológicos.