Aunque Bitcoin fue la primera criptomoneda en ser lanzada al mercado en 2009, han aparecido otra lista de opciones conocidas como tokens, altcoins y stablecoins, cada una con un papel específico.
Tener conocimiento sobre las diferentes criptomonedas que existen es una tarea que requiere de suficiente investigación y nivel de comprensión. La razón es porque se debe indagar en sus categorías, aplicaciones y ventajas únicas para tomar decisiones clave, ya sea que se trate de un experto o un principiante.
A continuación, se muestra cuáles son las características de los tokens, altcoins y stablecoins para aprender a diferenciarlos y saber cuándo es conveniente invertir en una u otro.
¿Qué es un token?
Un token es un activo digital o utilidad que opera en una cadena de bloques que ya existe. Al contrario de lo que pasa con Bitcoin, que posee una red blockchain propia, este crea y opera sobre una preestablecida. En general, es una ficha digital que puede representar cualquier cosa.
La flexibilidad de los tokens les permite representar acciones de una compañía, derechos de voto, servicios en específico, puntos de fidelidad, hasta un bien en el mundo real, tal como una obra de arte. Su existencia se logra con el uso de la red ERC-20 de Ethereum, facilitándoles interoperabilidad y posibilidades de intercambios.
Los tokens han tenido protagonismo al momento de lanzar ofertas oficiales de monedas o ICOs y también en las finanzas descentralizadas o DeFi, concediendo el impulso necesario para establecer nuevas formas de negocio y democratizar el acceso al financiamiento.
¿Qué es altcoin?
La palabra altcoin significa moneda alternativa y hace referencia a cualquier criptomoneda distinta a Bitcoin. Tras su lanzamiento, esta criptomoneda ha experimentado un crecimiento indiscutible, cuyo precio de bitcoin a dólar se ubica al día de hoy, 14 de mayo de 2025, en 103297,78 USD.
Ahora bien, el nacimiento de Bitcoin dio inicio a la aparición de otras monedas digitales con objetivos, esquemas de negocio y tecnologías distintas, los altcoins. Estas últimas tratan de superar las limitaciones de BTC y agregar nuevas funciones para ser más atractivas para los inversores.
Por ejemplo, algunas están enfocadas en permitir transacciones con mayor velocidad, tal como el caso de Litecoin, mientras tanto, otras trabajan sobre contratos inteligentes y apps descentralizadas, como Ethereum, y las demás indagan en la privacidad o escalabilidad, como Monero.
¿Qué son las stablecoins?
Las stablecoins tienen una clasificación especial dentro del ecosistema de criptomonedas porque han sido pensadas para tener un precio estable en función de un activo, normalmente el dólar de Estados Unidos. Dicha estabilidad se consigue por varios mecanismos, algunas cuentan con el respaldo de dinero fiduciario en cuentas de banco, tales como USDC o USDT.
Otras criptomonedas de esta categoría emplean la sobrecolateralización para combatir la volatilidad, tal como el DAI. Igualmente, hay otras stablecoins que usan contratos inteligentes y algoritmos para conservar el equilibrio entre la oferta y la demanda, lo que ayuda a conservar su valor con respecto a un activo de referencia.
En general, cada activo digital tiene una tecnología específica para manejarse, así como un objetivo distinto. Por ejemplo, si lo que se quiere es combatir la inflación con respecto al dólar estadounidense, entonces las stablecoins son la mejor opción debido a que su valor está anclado a él.