Diciembre, el mes de las celebraciones, está marcado por reencuentros familiares, cenas festivas y brindis interminables. Este ambiente festivo también desencadena un aumento significativo en el consumo de alcohol, un fenómeno que, según especialistas, se incrementa hasta en un 50% en comparación con otros meses del año.
El consumo elevado de bebidas alcohólicas no es solo una tradición cultural, sino también una forma de reconocer un año de trabajo arduo, compartir momentos con seres queridos y celebrar los logros alcanzados. Sin embargo, detrás de esta práctica, surgen preocupaciones sobre los efectos de un consumo excesivo y las consecuencias de una festividad marcada por la ingesta de alcohol.
¿QUIÉNES CONSUMEN MÁS?
La doctora Araceli Gómez García, investigadora de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex), señala que los adultos jóvenes, especialmente los de entre 30 y 50 años, son los principales responsables de este aumento en el consumo durante diciembre. Aunque tradicionalmente los hombres lideraban las estadísticas de ingesta alcohólica, la situación ha cambiado en los últimos años.
Hoy en día, hombres y mujeres consumen alcohol de manera similar, y la brecha de género que existía anteriormente se ha ido reduciendo significativamente. Según la doctora Gómez García, las mujeres han dejado atrás los tabúes asociados al consumo de alcohol y hoy en día es común verlas compartir una copa, igual que los hombres.
“La cultura ha liberado esos tabúes. Las mujeres hoy beben por igual y no está mal visto. Antes había muchos ‘consumos escondidos’ en el género femenino, pero hoy está normalizado”, explicó Gómez García. Este cambio cultural ha permitido que las mujeres se expresen libremente respecto a su consumo, lo que también ha llevado a un aumento en las estadísticas globales de consumo.
RIESGOS ASOCIADOS AL EXCESO DE ALCOHOL
Aunque el consumo moderado de alcohol puede ser parte de las celebraciones, el exceso durante las fiestas puede traer serias consecuencias para la salud. La doctora Gómez García advierte sobre los peligros de un consumo desmedido, que puede acarrear desde intoxicaciones alcohólicas hasta accidentes, pasando por problemas a largo plazo como enfermedades hepáticas o trastornos psicológicos.
“La normalización del consumo no debe llevar a un olvido de los riesgos asociados. Es importante celebrar, pero también ser conscientes de los límites personales y cuidar nuestra salud”, señaló.
Si bien las festividades decembrinas suelen estar vinculadas al consumo de alcohol, existen alternativas para disfrutar sin poner en riesgo la salud. Bebidas sin alcohol, brindis con jugos naturales, o incluso opciones de cócteles sin alcohol pueden ser una excelente opción para quienes buscan moderar su consumo sin perder el espíritu festivo.