Con el fin del año, llega el momento de meditar los proyectos alcanzados y cuáles quedan pendientes. Aprovechando estas fechas, como en cada ciclo los 12 propósitos son una costumbre de introspección, pero ¿por qué no plantearse solo tres que sean realistas y alcanzables?
Con la ayuda de la experta Liliana Guzmán Álvarez, psicóloga de la Facultad de Psicología de la UNAM, descubre cómo establecer metas concretas para lograr un año 2025 más significativo.
PROPÓSITOS REALISTAS: LA CLAVE DEL ÉXITO
En lugar de enfocarnos en objetivos abstractos que se vuelven difusos con el paso de los meses, la experta recomienda plantear metas específicas y medibles. Propósitos simples como tomar un litro de agua al día o comer una ración de verduras en cada comida son ejemplos de objetivos alcanzables que promueven una vida más saludable. Estas metas concretas pueden ser evaluadas y controladas, lo que aumenta las posibilidades de éxito.
Guzmán Álvarez también sugiere pensar en lo que realmente deseamos para el próximo año. Establecer metas que nos acerquen a una vida más significativa puede tener un impacto más duradero que aquellas que no resuenan con nuestros valores personales. Reflexiona sobre quién quieres ser y cómo tus acciones diarias pueden ayudarte a lograrlo.
COMPARTE TUS METAS Y EVITA LA AUTOCRÍTICA
La experta también destaca la importancia de compartir tus metas con tu red de apoyo, ya que contar con el respaldo de amigos o familiares puede ser fundamental para mantener la motivación y evaluar el progreso de manera constante a lo largo del año.
Además, esto ayuda a evitar que los propósitos se olviden una vez que las campanadas han sonado.
Un punto crucial que menciona Guzmán Álvarez es la necesidad de ser compasivos con nosotros mismos. En lugar de caer en la autocrítica excesiva, que puede frenar el avance, es importante reconocer nuestros logros y ser amables con nosotros mismos en el proceso.
En ocasiones, la comparación con los logros de otros o con versiones anteriores de nosotros mismos puede generar lo que se conoce como “depresión post Año Nuevo”, una sensación de desánimo por no haber alcanzado lo que esperábamos. La experta subraya que, mientras que la tristeza ocasional es natural, la depresión es algo más profundo y requiere atención profesional.
LA IMPORTANCIA DE LA REFLEXIÓN
Finalmente, Guzmán Álvarez señala que establecer tres propósitos concretos no solo hace que sean alcanzables, sino que también nos permite evaluar lo que realmente queremos para nuestra vida. Al tomar decisiones basadas en lo que nos acerca a una vida significativa, podemos transformar el Año Nuevo en una oportunidad para crear un futuro más auténtico.
Así que, al dejar atrás este 2024 y dar la bienvenida al 2025, recuerda: menos es más. En lugar de hacer una lista interminable de objetivos, elige tres propósitos que sean sencillos, alcanzables y que te acerquen a la vida que deseas.