Por Geovanny Balderas y Patricia Chávez Pichardo
Lo primero que debemos de tomar en cuenta es que el guión es una historia contada en imágenes, trata de una persona o personas en un lugar o lugares haciendo una acción. Todos los guiones cumplen con esta premisa básica.
Una película de cine es un medio visual para dramatizar un argumento básico y se divide claramente en principio, medio y fin. Este modelo de guión es conocido como paradigma; el planteamiento nace en el primer acto, usualmente se encuentra entre la página uno y la página 30; la confrontación o medio se encuentra entre la página 30 a la90 y la resolución o final entre la página 90 a la 120. Para que la historia “amarre” y sea congruente, se crean los nudos de la trama; usualmente el primero aparece entre las páginas 25 y 27 y es el que hace que la historia gire dramáticamente de dirección.
Posteriormente el segundo nudo de la trama aparecen en las paginas 85 y 90, este nudo es muy importante ya que es el que nos lleva al desenlace de la historia.
La regla es estricta: cada página del guión equivale a un minuto de pantalla; en las primeras diez páginas debemos enganchar al lector y por consecuente al espectador, en este lapso se tiene que dar a conocer quién es el personaje principal, de qué trata la historia y cuál es la situación. Al final del primer acto hay un nudo de la trama que engancha a la historia y la hace tomar otra dirección.
El segundo acto es el que más peso tiene en la historia, es la parte del guión conocida como confrontación, porque nunca hay que olvidad que la esencia de cualquier drama es el conflicto. Una vez que se haya definido la necesidad de su personaje, es decir, cuando haya averiguado lo que éste quiere conseguir durante su historia, puede dedicarse a crear obstáculos que le impidan satisfacer esa necesidad.
El tercer acto se desarrolla por lo general entre las páginas 90 y 120, es básicamente la resolución de la historia. ¿Qué le pasa al personaje principal? ¿Tiene éxito o fracasa?
¿Vive o muere? Un final con fuerza resuelve la historia y la completa, haciéndola comprensible.
En conclusión, el paradigma funciona y es el fundamento de un buen guión.