El Viernes 13, reconocido como un día de mala suerte y rodeado de temores en diversas culturas globales, ha surgido una vez más en el calendario.
Raíces del Viernes 13 La inquietud que rodea al Viernes 13 se sumerge en una amalgama de mitología, fe y folclore. Uno de los orígenes se encuentra en la mitología nórdica, asociando el número 13 con Loki, el dios del caos. Desde una perspectiva cristiana, Judas Iscariote, quien traicionó a Jesús, fue el decimotercer invitado en la Última Cena, cimentando así el estigma en torno al número 13.
La Noción del Viernes Como un Día Funesto El recelo hacia los viernes tiene una fuerte conexión con el cristianismo. Es el día que marca la crucifixión de Jesús. En la Edad Media, se consideraba un día inauspicioso para emprender acciones significativas. La confluencia del número 13 y el viernes resultó en el nacimiento de una superstición profundamente arraigada.
Manifestaciones de la Superstición El modo en que las personas responden al Viernes 13 varía geográficamente. En ciertas regiones, es habitual evitar viajar o planificar eventos significativos en esta fecha debido a posibles infortunios. Algunos optan por rituales de salvaguarda, como tocar madera o portar talismanes, buscando eludir la presunta adversidad del día.
Repercusiones Contemporáneas El aura de misterio del Viernes 13 ha trascendido los tiempos, dejando su huella en la cultura popular. Ha sido una inspiración para el cine de terror y la literatura, perpetuando su imagen siniestra. A pesar de que muchos no suscriben a estas creencias, el Viernes 13 sigue despertando fascinación global.
