Usa el jugo de limón para limpiar

El limón es uno de los básicos en la cocina, que siempre tenemos en el refri, pero también quizá en el jabón preparado para lavar los trastes, porque así como el vinagre, el jugo de limón es un gran remedio casero para limpiar.
El ácido de los limones es antibacteriano y antiséptico, además de que actúa como blanqueador natural. El olor cítrico del limón es refrescante y vigorizante, mientras que los aceites de las cáscaras también pueden ayudar a limpiar y dar brillo. Si agregas un poco de sal, puedes prescindir de muchos de los productos químicos agresivos que tienes para hacer la limpieza.
Lo único que debes tener en mente es que a pesar de sus propiedades antibacterianas y antisépticas, el limón y su jugo no funcionan como desinfectante, es decir, no puedes sustituir el uso del cloro u otros productos desinfectantes cuando quieras eliminar microbios peligrosos de las superficies de cocina.
Cómo usar el jugo de limón para limpiar
Pero para aprovechar al máximo el limón en la cocina, estas son algunas formas de usar el jugo de limón para limpiar.
Limpieza de superficies laminadas: Exprime el jugo sobre la superficie y luego usa el limón para tallar el jugo sobre las manchas. Deja actuar hasta que desaparezcan y luego enjuaga con agua y seca. El ácido cítrico eliminará las manchas sin problemas.
Tablas para cortar: Exprime el jugo y frota el limón sobre las manchas y déjelo reposar hasta que desaparezcan. El limón también le quitará cualquier olor a la tabla.
Quitar manchas de topers: Exprime el jugo de limón en el recipiente y luego agrega bicarbonato de sodio. También aquí puedes usar el limón como herramienta de limpieza y tallar con él. Si las manchas están muy pegadas, deja reposar la mezcla durante una noche antes de restregar las manchas.
Blanquear ropa blanca: Mezcla 1/2 taza de jugo de limón en 3 litros de agua muy caliente y luego remoja la ropa en la solución, sólo evita usarla en seda, pues este remedia casero funciona mejor para algodón y poliéster. Puedes dejar la ropa remojando desde una hora hasta toda la noche, dependiendo de qué tanto necesites blanquearla. Saca la ropa de la mezcla y lava como de costumbre.