Por fortuna, ahora hay muchos alimentos que ya están endulzados con sustitutos de azúcar para disfrutarlos al máximo. Es muy común que al tocar el tema de los sustitutos de azúcar éste venga acompañado de todo tipo de dudas. Por eso, decidimos hacer una guía para responder a todas las preguntas que tengas al respecto y, una vez que lo hayas hecho, puedas convertirlos en tus mejores aliados.
Primero lo primero…
Empecemos por decir que los sustitutos de azúcar son una magnífica opción para proporcionar un sabor dulce a nuestros alimentos y bebidas. Por lo general, los sustitutos endulzan mucho más que el azúcar natural, así que la cantidad que necesitamos utilizar en nuestros platillos también es menor.
Beneficios
Además del intenso sabor que agregan, nos ayudan a controlar la ingesta calórica de nuestro día a día, ya que ninguno de ellos aumenta el nivel de azúcar en la sangre puesto que no la contienen.
Otro plus es que son regulados por la FDA (Food and Drug Administration) y están aprobados por la COFEPRIS en México, por lo que, si lo encuentras en algún alimento o bebida, es garantía de que su consumo es superseguro.
Éstos son algunos de los más conocidos (sin duda, has escuchado a alguien mencionarlos o los has leído en la etiqueta de algún producto) y, para que tengas una idea más amplia de lo que son, elaboramos un breve resumen de las aportaciones o ventajas que tiene cada uno de ellos:
Aspartame
Es capaz de endulzar hasta 200 veces más que el azúcar. Por lo regular, lo encontramos en los alimentos light y no aumenta el nivel de calorías. Sin embargo, pierde su sabor si se calienta, así que evita usarlo al momento de hornear un postre o platillo.
Sacarina
Fue pionera en el tema de los sustitutos de azúcar y, es ideal para cocinar, gracias a que su sabor logra mezclarse muy bien con los demás ingredientes. Además, puede potenciar (dependiendo de la cantidad) la dulzura hasta 700 veces.
Sucralosa
Es 600 veces más endulzante que el azúcar y se puede utilizar en cualquier alimento o bebida, fría o caliente.
Consúmelos en tus comidas y, ¡voilà!, ¡haz de ellos una delicia sin culpas!
