El deseo intenso de sal o antojo de sal es muy común, siempre hay alguien que le pone sal extra a sus alimentos aun cuando no es necesario, ¿por qué surge esta necesidad? ¿Es normal?
Ponerle mucha sal a todo no es saludable y de hecho, podría ser señal de una afección médica grave no diagnosticada.
Antojo de sal
Tener constantemente el deseo intenso de sal puede ser causado por dos problemas de salud: insuficiencia suprarrenal o síndrome de Bartter.
Insuficiencia suprarrenal
La insuficiencia suprarrenal, también conocida como Enfermedad de Addison, puede causar un deseo excesivo de sal. Esta necesidad suele ser constante y persistente.
De acuerdo a Mayo Clinic, algunos de los síntomas y signos de la insuficiencia suprarrenal son:
Deseo intenso de sal
Dolor muscular y debilidad
Fatiga
Náuseas y dolor abdominal
Pérdida de peso
Presión arterial baja
Síndrome de Bartter
En el caso del Síndrome de Bartter, se refiere a un grupo raro de enfermedades que afectan a los riñones y que causan un deseo intenso por comer alimentos salados.
Es causado por un defecto en la capacidad de los riñones para reabsorber el potasio y las personas que lo padecen pierden demasiado sodio a través de la orina, lo que hace que a su vez, se pierda mucho potasio.
Busca atención médica
Un médico debe evaluar por qué sientes un antojo de sal constantemente, especialmente si viene acompañado de otros síntomas importantes.
En caso de que no haya alguna razón demostrada que te haga comer más sal, debes esforzarte por limitar su consumo, ya que el exceso de sal puede aumentar el riesgo de desarrollar hipertensión arterial o presión alta.
Además, puede causar un accidente cerebrovascular, infartos, deficiencia de calcio y problemas renales.
Disminuye poco a poco el consumo, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), recomienda elegir la opción alimenticia con menos sal, procurando revisar siempre las etiquetas.
Sazona con especias y hierbas aromáticas para que puedas reducir paulatinamente tu consumo de sal.
Ojo, no significa que debas eliminarla por completo, ya que la sal también es necesaria para el buen funcionamiento del cuerpo, pero debes tener un consumo moderado que no supere los 5 gramos de sal al día.
