Los perros son animales que les encanta comer, mientras su plato esté lleno, ellos estarán ahí alimentándose, sin mencionar la rapidez con la que llegan a nosotros cuando estamos comiendo o cocinando, su apetito es simplemente insaciable.
Sin embargo, esto no significa que nosotros debamos cumplir siempre con sus demandas, ya que un exceso en la alimentación podría derivar en problemas de sobrepeso, e incluso en la obesidad y otros padecimientos que afectarían directamente su calidad de vida.
Es por esto que es importante que como dueños seamos capaces de identificar cuando nuestra mascota genuinamente tiene hambre y cuando solo lo está haciendo por antojo o ansiedad.
Por ejemplo, es posible que tu mascota relacione la acción de que le des alimento con atención de tu parte, y eso es en realidad lo que busca; por este motivo, es que debemos establecer un horario fijo de comidas, para que entienda que su plato no tendrá alimento sino hasta cierto momento del día.
También puede tratarse de un problema real, como que no está recibiendo suficiente alimento o que el que actualmente le das no cubre por completo todas sus necesidades nutricionales, en este caso, podremos apreciar que el can baja de peso.
Si esto sucede, es importante que acudamos con el veterinario para que nos dé una guía para la correcta nutrición del animal.
Un método que puede resultar efectivo, si eres constante, es que si tu perro es muy insistente cada vez que alguien está comiendo, puedes probar dejándolo en otra habitación.
También puedes intentar distrayéndolo, llevándolo de paseo o dale algún juguete, como realmente no tiene hambre, al poco tiempo se le olvidará su deseo por comida.