No te preocupes, aquí te presentamos el truco definitivo para eliminar cualquier rastro de etiqueta y dejar tus frascos relucientes, listos para una nueva vida útil.
Método de Remojo: Prepara una mezcla de agua tibia y jabón líquido en un recipiente lo suficientemente grande para sumergir el frasco por completo. Deja que repose por varias horas o incluso toda la noche, dependiendo del tipo de pegamento de la etiqueta. Después, utiliza un paño o esponja para frotar y retirar la etiqueta con facilidad. Este método es especialmente efectivo para etiquetas resistentes.
Aceite de Cocina: Aplica un poco de aceite de cocina directamente sobre la etiqueta y deja que actúe durante unas horas. Luego, utiliza una esponja para frotar y desprender la etiqueta sin complicaciones. El aceite ayuda a descomponer el pegamento, facilitando la eliminación de la etiqueta.
Bicarbonato de Sodio: Mezcla bicarbonato de sodio con agua hasta obtener una pasta y aplícala sobre la etiqueta. Deja que actúe durante dos horas y luego frota con una esponja. Este método es ideal para despegar etiquetas persistentes y dejar el frasco impecable.
Es fundamental lavar adecuadamente los frascos antes de reutilizarlos. Utiliza agua tibia y jabón, o añade un poco de vinagre al agua en caso de olores persistentes. Además, el bicarbonato de sodio no solo es eficaz para quitar etiquetas, sino que también es un aliado para desinfectar y mantener tus frascos de vidrio impecables.