El aceite aromático es uno de los remedios caseros más efectivos para cuidar nuestra salud. Incidirá en el organismo de diversa forma, de acuerdo al ingrediente con el que lo elaboremos. En este caso te diremos cómo preparar uno a partir de la mandarina, cuyas propiedades son esenciales para ayudar a mejorar el sistema inmunológico y equilibrar el nivel de azúcar en sangre, entre otras cosas.
Según especialistas, la mandarina es una de las frutas con propiedades más aptas para el sistema nervioso. Además se destaca por contener alta concentración de vitamina C y agua. Mientras que también ayuda a reducir el colesterol malo y la presión arterial. Así también, se trata de una fruta que colabora en la prevención del exceso de grasa, sobre todo del hígado, reduciendo así la grasa visceral.
Expertos en la temática afirman que el aceite esencial de mandarina se toma de la cáscara de la fruta a través del proceso de prensado en frío. Mientras que, a su vez, el proceso de destilación al vapor usa calor para extraer aceites esenciales de las plantas, el proceso de prensado en frío extrae el aceite de la cáscara de la fruta.
Para elaborar un aceite aromático tendremos que pelar dos mandarinas y, posteriormente, retirar la parte blanca de la piel con la ayuda de un cuchillo. El segundo paso será agregar las cáscaras de fruta en una olla pequeña y añadir 250cc de aceite de girasol. En este punto, es vital que el aceite utilizado sea neutro.
A continuación, para obtener este aceite aromático de mandarina que beneficiará a la salud habrá que poner la preparación en baño María (método para calentar una sustancia líquida o sólida, uniforme y lentamente, sumergiendo el recipiente que la contiene en otro mayor con agua) durante 60 minutos. Transcurrida la hora, habrá que colar y obtendremos el resultado esperado. Esto podrá conservarse en la nevera.