Don Salvador Flores Concha, oriundo de Tlacolula de Matamoros, fundó Chocolate Mayordomo en 1956, don Salvador transformó un pequeño negocio en la calle Mina, en el corazón de Oaxaca, en una empresa emblemática que ha llevado la riqueza culinaria oaxaqueña a los más altos estándares internacionales, conquistando incluso al exigente mercado europeo.
De raíces zapotecas, don Salvador aprendió el oficio chocolatero de su madre, una ama de casa que además de ser una maestra chocolatera, inculcó en él valores fundamentales como el respeto, la fe, y la búsqueda de la excelencia. Este aprendizaje temprano se tradujo en un compromiso inquebrantable por ofrecer productos de calidad inigualable, elaborados con ingredientes orgánicos y cien por ciento oaxaqueños.
Con esta empresa, don Salvador actualmente genera cerca de 2 mil empleos directos, consolidándose como un motor de desarrollo para la región.
Los valores inculcados desde su niñez han orientado su vocación filantrópica de ayuda a los más necesitados del Estado de Oaxaca, por ello constituyó la Fundación Salvador Flores Concha, con la que ha demostrado su profundo compromiso con la comunidad, contribuyendo a la transformación del Zócalo de la ciudad de Oaxaca mediante donaciones como macetones navideños y la replantación del laurel en noviembre de 2022.
A lo largo de casi siete décadas, Don Salvador Flores Concha ha demostrado que el respeto a la tradición, combinado con innovación y trabajo arduo, puede trascender fronteras y unir generaciones. Su legado no solo se encuentra en cada taza de chocolate que viaja por el mundo, sino también en el corazón de Oaxaca, donde su esfuerzo sigue inspirando a miles.