Todas sabemos que para mantener una figura atractiva tenemos que llevar una dieta equilibrada y realizar ejercicio al menos tres veces por semana, pero ¿sabías que existen otros secretos nutricionales que pueden ayudarte a conservar tu peso y a no subir tan fácilmente? ¡Descúbrelos e inclúyelos ya!
1. Según diversos estudios en distintas partes del mundo tomar dos cucharadas de vinagre de manzana antes de cada comida beneficia la descomposición de proteínas y de grasas. Además, cuando se consume vinagre antes de cada alimento se reducen las subidas en los niveles de azúcar en un 81%, lo que hace que la persona tenga menos antojos y deseos de comer.
2. Tanto las manzanas como las berenjenas contienen una sustancia llamada pectina. Ésta cuando llega al sistema digestivo forma una especie de gel que atrapa azúcares, grasas y proteínas. Sus calorías son eliminadas a través de las heces, evitando que se queden en nuestro cuerpo.
3. ¿Te has estancado? Durante tres días bebe sólo té verde. No agua, no refrescos, no bebidas alcohólicas; únicamente té verde. Mañana, tarde y noche. Verás que pronto volverá a bajar esos números en la báscula.
4. Comidas picantes como la mostaza y los chiles pueden acelerar el metabolismo y por lo tanto a quemar calorías más rápido. Sí, en un estudio realizado en Inglaterra, las personas que añadieron estos alimentos en su dieta aumentaron su metabolismo en un 25%, eliminando así 45 calorías más de lo normal. Se cree que esto se debe a que tienden a estimular la termogénesis.
5. Aléjate de los cócteles azucarados y por una copa de vino, de preferencia tinto. No sólo contiene menos calorías que el resto de las bebidas alcohólicas, sino que previene el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares. Asimismo, el vino tinto cuenta con antioxidantes que nos pueden auxiliar a liberarnos de los radicales libres (partículas que oxidan nuestras células y nos hacen envejecer).
Además de que la avena es una fuente rica en azúcares y en proteínas, sus altos niveles de fibra soluble nos ayudan a sentirnos más satisfechos, pues absorben mucha agua en nuestro intestino y esto hace que se inflamen hasta 20 veces más de su tamaño inicial. Esto no es todo. Una vez digerida, la avena atrae a las moléculas de la grasa, los azúcares y las toxinas para llevarlas fuera del cuerpo antes de ser absorbidas por el torrente sanguíneo.
