Río Xiquilla, un paraíso mixteco
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Río Xiquilla, un paraíso mixteco

Un hermoso río en la zona donde habitan los chocholtecos es este río ubicado en Tepelmeme Villa de Morelos


Río Xiquilla, un paraíso mixteco | El Imparcial de Oaxaca
Una preciosa vista de La Huerta que exíste desde la época Prehispánica

Entre los sitios más distantes, enigmáticos y bellos de la zona chocholteca está el Río Xiquilla, que nace en las entrañas de un profundo cañón en el municipio de Tepelmeme Villa de Morelos, perteneciente al distrito de Coixtlahuaca, en la hermosa Región Mixteca. 

En este lugar se une el Río Grande y el Río Poblano y junto a los manantiales que brotan en La Huerta se precipitan en hermosas cascadas, cuyas aguas descienden por más de 35 kilómetros por trayectos sinuosos hasta unirse al Río Salado que luego se une con el Río Cuicatlán, en el llamado Cañón del Tomellín, para luego formar el majestuoso Río Papaloapan.

El nombre de este río proviene de la palabra náhuatl “Xiquilit” que significa planta de añil, una planta que desde la época prehispánica y colonial sirvió para hacer un colorante azulado y que aún crece de manera silvestre en este paradisiaco lugar. 

La Huerta dónde brotan los manantiales que embellecen este lugar perteneció al Cacicazgo de Mendoza, quien además tenía tierras en Teotongo, Coixtlahuaca, Aztatla y Tepelmeme. Durante el período colonial, los caciques la donaron a la Cofradía de la Virgen de Atocha de la cabecera municipal de San Juan Bautista Coixtlahuaca, y en 1856 pasó a ser propiedad privada de doña Anastasia Flores y luego de su hijo Florentino Mendoza Flores, quien con las leyes de desamortización, se la adjudicó en 1856; sin embargo, estos cambios llevaron a un conflicto por esta propiedad entre el municipio de Coixtlahuaca y Tepelmeme, hasta que en 1875, La Huerta de Xiquilla quedó en manos del municipio de Tepelmeme y estas autoridades la administraron como un bien de la comunidad. 

El túnel por donde pasaba el tren es un gran atractivo en este lugar.

En un principio La Huerta se arrendó a particulares y posteriormente se nombró un regidor de Huerta, quien vendía la fruta a los propios comerciantes de la localidad que la distribuían en el pueblo y otros lugares cercanos, con el ingreso de la venta de plátanos, zapote negro, chicozapote, mameyes se solventaron gran parte de los gastos administrativos del municipio hasta la década de 1960-1970, cuando las brechas de terracería se conectaron a la carretera panamericana y permitieron la llegada de frutos más baratos de la costa que poco a poco desplazaron la producción de La Huerta.

Vale mucho la pena visitar este río, ya que durante el camino se pueden apreciar bonitos e interesantes lugares, como el túnel por donde antes pasaba el tren, la barranca obscura donde el atractivo principal son las piedras encimadas, así como el Río Salado, el bosque repleto de cactus y plantas endémicas  y las cactáceas columnares, entre otras. 

Para visitar este lugar, primero hay que llegar a la localidad de Ignacio Mejía, perteneciente al municipio de Teotitlán de Flores Magón y contactar a algún integrante del Comité de Ecoturismo, quienes proporcionan el acceso a este lugar. Se tiene que hacer un pago por derechos de acceso por persona o por camioneta, los niños no pagan nada. 

Los escenarios naturales que hay en el Río Xiquilla tienen singular belleza.

Hay que tener mucha precaución para llegar hasta aquí, ya que el camino es angosto y de terracería, y también hay matorrales que pueden arañar a los vehículos, por lo que se recomienda llevar un medio de transporte que pueda someterse a este tipo de caminos difíciles. 

Francisco Merino, un talentoso oaxaqueño 

Oaxaca es una tierra de talentosos artistas plásticos, y es que esta entidad ha dado al mundo algunos artistas de gran prestigio, sus nombres han traspasado las fronteras como el de Rufino Tamayo y Toledo.

Un gran artista plástico es el oaxaqueño Francisco Merino Valencia.

En la actualidad hay varios artistas plásticos y visuales oaxaqueños que han destacado y que continúan muy activos desarrollando diversas actividades a pesar de la pandemia. Esta ocasión hablaremos de Francisco Merino, quien es nativo de la capital del estado y que tiene su taller en el centro histórico.

Este artista oaxaqueño se ha enfocado en el arte social y este año ha decidido enfocarse en la producción de obra gráfica de mayor escala, sin descuidar lo que para él es un arte que impacta a las personas de manera directa en los espacios públicos, el arte que algunos pueden llamar arte urbano o muralismo en donde él busca reproducir imágenes tradicionales o imágenes atractivas, para generar formas, emociones y sensaciones visuales que permitan a las personas darse una oportunidad de ver, de sentir y de experimentar cosas nuevas a través del arte.

Francisco Merino también dedica su tiempo a la obra en caballete, pintura desde el arte abstracto, y su trabajo con su serie “Espiritualidad del Cosmos”, que considera como una conexión muy profunda con el universo, con la energía que es algo que vincula a todos y principalmente con la que busca llevar su trabajo a otras ciudades.

“Creo que podemos lograr llegar a más personas, llevar nuestra obra a otros lugares, quizás no con eventos públicos, quizás no con las tradicionales inauguraciones, pero sí llevando la obras a diferentes lugares, me voy a enfocar principalmente en mi país, México, pero participando también con mi obra en otros países”.

El Facebook en donde puedes localizar al artista plástico 

Francisco Merino se puede localizar a través de su página de Facebook: Francisco Merino Art y su Whats App: 9511451360.

El artista plástico Francisco Merino te invita a que visites los diferentes lugares turísticos de Oaxaca.