Yann González busca revolucionar el cine con una voz queer
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Yann González busca revolucionar el cine con una voz queer

El cineasta francés compitió este año por la Palma de Oro del Festival de Cannes con su más reciente filme, Una daga en el corazón.


Yann González busca revolucionar el cine con una voz queer | El Imparcial de Oaxaca

El cineasta francés Yann González se autodefine como el nuevo Pedro Almodóvar. Lo dice con cierto aire de altivez pero también con la certeza de ser uno de los cineastas franceses más originales de los últimos años, de un cine que se caracteriza por romper con el naturalismo. El realizador tiene la ilusión de que a través de sus películas contribuya a la creación de un movimiento fílmico francés que revolucione al cine mundial como ocurrió con la nouvelle vague.

“Tenemos nuevos autores que están entrando en la escena con nuevas propuestas muy diferentes, por lo cual muchos medios han pensado que podría volver a tener una repercusión importante como movimiento fílmico”, expresó el cineasta en entrevista con Crónica, hace unos días, durante su visita al Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM).

“Somos una generación que comparte el romanticismo por el cine, tenemos un cine de artificio, muy artificial, muy surreal y no tememos alejarnos de la realidad y crear diferentes mundos o historias menos convencionales”, añadió el realizador quien también explicó que su gran desventaja radica en que no es un cine tan visible comercialmente.

“Se trata de una forma muy subterránea, porque es un cine que no vende, no funciona como un negocio industrial, pero lo que queremos es entrar poco a poco, en cierta forma somos la contraparte de esas grandes producciones que hablan del realismo, nosotros hablamos de una perspectiva muy diferente”, dijo.

Su propuesta radica en una colorida forma de hablar de la libertad sexual. Muchos han atribuido a sus filmes una reinvención de los cánones morales y otros más han dicho de sus películas que generan una estética de los excesos sexuales, como una representación del amplio criterio que hay en la actualidad, que desafía al conservadurismo de lo políticamente correcto. Su estilo viene de dos fuentes, primero de su antecedente como crítico de cine, y segundo por su admiración a las cualidades de la comunidad queer:

“No sé si haya una estética de los excesos sexuales, pero en el ámbito queer, la gran mayoría de las personas que se consideran queer son muy valientes, no tienen miedo y son las que mejor enfrentan los prejuicios de la gente respecto a su sexualidad, por la libertad que representa su comunidad”, comentó.

“Yo tampoco tengo miedo en ser muy colorido o explícito en las escenas e imágenes que trabajo. Si acaso hay una estética en esta película me parece que la estética queer es la que está bien representada aquí, estoy inspirado por su arte, por su valor y su coraje, lo llevo al cine para que la gente también pueda ver lo que yo veo”, agregó.

En 2013, Yann Gonzalez llamó la atención con una serie de cortometrajes abiertamente surrealistas y pop, y se hizo un lugar como uno de autores franceses de moda con You and the night, una obra onírica y profunda, protagonizada por una serie de personajes carcomidos por los fantasmas y la melancolía.

El director se inspiró en el espíritu teatral para narrar el encuentro entre siete personajes libertinos quienes prefieren explayarse en una orgía de monólogos existenciales, descubriendo los detalles de sus estados de ánimo, en lugar de dejarse llevar por la reunión carnal a la que inicialmente habían sido invitados. El resultado queda plasmado en la pantalla: la poesía y el lirismo de su universo, que puede incluso acercarse al cine trash.

“No es tan fácil definir mi estilo, de hecho no sé si tengo un estilo como tal. Más bien creo que uso el lenguaje para expresarme en cada una de mis producciones y quiero que se entienda como un grito de libertad de expresión. Hablo de no tener miedo de llegar al extremo, ya sea desde que pueda ser muy sentimental hasta que sea muy ocurrente y cínico, queremos empujar los géneros del cine para llevarlos a su máximo”, agregó.

El amor, el sexo, el deseo y la muerte también son protagonistas de Una daga en el corazón, un largometraje orgánico que el director ha querido hacer más clásico y con un estilo narrativo más optimista. “Me gusta le idea de obtener algo de las tinieblas”, explicó el cineasta que antes de quedar detrás de la cámara había sido crítico de cine.

El filme retrata la vida de Anne (Vanessa Paradis), quien produce pornografía gay barata. Después de que su editora y amante, Loïs (Kate Moran), la deja, intenta reconquistarla filmando su película más ambiciosa hasta la fecha, con su confiable y fogoso compañero Archibald (Nicolas Maury). Pero uno de sus actores es brutalmente asesinado por un tipo misterioso enmascarado que merodea en su entorno y Anne queda atrapada en una extraña investigación que pone su vida de cabeza.

“La semilla de esta película comienza con el personaje central, con esta productora francesa que está inspirada en un caso real de los años 70 y el personaje de aquella época era revolucionario si pensamos en la apertura de pensamiento. Ella era una mujer trabajando en la industria cinematográfica del cine, trabajando con hombres y ella era una líder con un pensamiento más abierto que muchos otros”, destacó.

“Ella está adelantada a su época por las características que la rodearon, también lo está su editora, pero ellas tienen muchas peleas entre sí, ellas eran mujeres fuertes, apasionadas y su madurez no sólo se notaba en su forma de trabajar si no en su forma de entender el amor para mantener su relación”, añadió.

Bajo esta premisa, Yann González espera unir su voz fílmica a la de otros: “Hay muchos jóvenes que podrían cambiar con el tiempo al cine francés, es un cine obsesionado con los sueños, con no tenerle miedo a explorar, creo que con lo que se viene ocurrirá algo importante”, expresó.

“También tengo mis dudas, no sé si estar desde el underground sea lo más conveniente, quizás para que se consolide ese movimiento debería haber una forma de dejar el subsuelo y emerger a una superficie, yo quisiera ser uno de esos monstruos que comiencen a sacar la cabeza en esta generación”, concluyó.

Una daga en el corazón fue producida por la compañía francesa CG Cinéma y por la mexicana Piano. Protagonizada por Vanessa Paradis, Kate Moran y con la participación del mexicano Noé Hernández, este año compitió por la Palma de Oro del Festival de Cannes.