Apuntamos el racismo de Trump; pero no aceptamos el racismo que existe en nuestro país: Cuarón
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Apuntamos el racismo de Trump; pero no aceptamos el racismo que existe en nuestro país: Cuarón

El cineasta mexicano estrenó en una gala especial su película Roma Se manifestó a favor de la caravana migrante, pues la migración es tema de su filme.


Apuntamos el racismo de Trump; pero no aceptamos el racismo que existe en nuestro país: Cuarón | El Imparcial de Oaxaca

Nos cuesta mucho trabajo culturalmente aceptar ese enorme problema que es el racismo en este país”, expresó Alfonso Cuarón en conferencia de prensa, a propósito de su opinión respecto a la Caravana migrante, con más de tres mil 500 personas originarias de Honduras, El Salvador y Guatemala, que desde el pasado 19 de octubre cruzaron la frontera sur de Chiapas, con destino a Estados Unidos.

El realizador mexicano tuvo la noche de ayer el estrenó en México, en una gala especial, de su más reciente película Roma, que ganó el León de Oro de Venecia, y que aspira a competir por los Premios Oscar. Debido a que la migración es uno de los temas que se hablan en su filme, Cuarón manifestó su opinión, a propósito de la polémica que ha causado en la sociedad mexicana el paso de la caravana migratoria.

“Nos sentimos incluyentes, nos ofendemos mucho acerca de las actitudes racistas de otros países. Con mucha razón apuntamos a las actitudes de (Donald) Trump o las actitudes del racismo en Estados Unidos o el racismo expresado hacia los mexicano. Lo que pasa es que tenemos también la tendencia de no aceptar algo que es tan obvio que lo tenemos en las calles todos los días, que es el inmenso racismo que existe en ese país”, dijo el cineasta.

“Ese racismo que es claro y evidente cuando se ve cómo está la distribución económica en este país, eso lo deja en evidencia. Y es evidente ahora con la caravana migratoria, los comentarios que han nacido de tanto público había unos que son idénticos a los comentario de Trump sobre los mexicanos”, añadió.

Al mismo tiempo el cineasta expresó su preocupación respecto a que es la clase media la que más hace énfasis en estos comentarios despectivos: “No son las minorías las oprimidas sino las mayorías, hay una clase media, que dice que se trata de ser clasista y no es racismo como si eso no fuera malo. Ambas están conectadas. Pero no le echo la culpa a México, ahora se ve con el fenómeno migratorio de la última década en el mundo”, dijo.

Estas declaraciones salen de Cuarón porque también están conectadas con su película. A pesar del barniz de nostalgia que recubre Roma, la película no habla únicamente del pasado, lo más hondo de la historia es el clasismo y racismo de la clase media y la omnipresencia de la política, en que se mueven sus personajes, especialmente el de Cleo, que está inspirado en Libo, la niñera que el director tenía cuando era niño y que fue quien contribuyó a su pasión por el cine.

“De niño fui muchas más veces al cine con Libo que con cualquier otro miembro de mi familia. Al cine Estadio y al cine Gloria, incluso más que con mi mamá que con ella eran otras cosas, o llegaba a ir al Cine Las Américas. Combinaban películas de todo tipo, con Libo salíamos al cine todo el tiempo. Una película de aventuras gringa convivía con un drama francés en un programa doble. Eso me enriqueció”, dijo.

“La herramienta de la película es la memoria pero la única manera de acercarte es desde el presente. Es ir hacia el pasado a partir de una reflexión sobre lo que vivimos ahora. Muchos nos tuvimos que sumergir al pasado a datos de época. No es que México haya cambiado sino que sus problemas se han agudizado”, comentó el cineasta.

Las memorias de Cuarón son las de un homenaje a las personas que lo criaron. Es el retrato de cómo se fractura una familia. Es el derrumbe del matrimonio de Sofía (Marina de Tavira) y su esposo, un médico, que pasa a un segundo plano para centrarse en la historia de Cleo (Yalitzia Aparicio), una mujer indígena que se dedica al servicio junto con Adela (Nancy García) y quienes son las principales responsables de los cuatro niños de la casa.

“Que me conmovieran, habían muchísimas escenas. Era de pronto muy extraño estar confrontado con escenas que tú ya habías visto. Las que más me conmovían eran quizá las de momentos en los que yo no había estado. La manera en que Yalitza encarnó el personaje (de Libo) y entró con una expectativa, era absolutamente conmovedor”, dijo Cuarón en conferencia de prensa, dentro del 16 Festival Internacional de Cine de Morelia.

“Había escenas con ustedes dos (se refirió a Marina de Tavira y Fernando Grediaga, quienes interpretan a sus papás) que, pues sí, era, dolorosón. Era para mí muy extraño, y era algo que no me di cuenta hasta ya muy entrado en el rodaje, porque cuando lo estás preparando, estás preocupado por solucionar problemas, pero, cuando inició el flujo del rodaje me di cuenta que era entrar en una especie de dimensión desconocida en la que estaba revisitando mi pasado”, dijo el cineasta en conferencia de prensa.

“Fue un descubrimiento saber qué poco conocemos a los que más amamos. Tenemos relaciones funcionales, pero no los conocemos. En el caso de Libo había muchas cosas con las que había vivido todo el tiempo pero que no las consideraba, sentir todo eso en retrospectiva fue una experiencia extraña”, agregó.

La película del cineasta mexicano paralizó al Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) como no se había visto antes. Regularmente una película tiene una premiere especial en alguna de las salas de Cinépolis Centro Morelia, sin embargo, el fenómeno de Roma provocó que las cinco salas de cine proyectaran al mismo tiempo el filme del mexicano.