El rock y la nostalgia, en tributo a los Héroes
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El rock y la nostalgia, en tributo a los Héroes

La música de la banda española fue recreada por un exguitarrista de la misma (Alan Boguslavsky) y el cantante Hugo Mejía


El rock y la nostalgia, en tributo a los Héroes | El Imparcial de Oaxaca

Desde su separación, en 1996, los Héroes del Silencio han seguido caminos distintos, aunque en un momento, en 2007, varios coincidieron en la gira de despedida. Ese fue el cierre oficial de una carrera juntos. Sin embargo, la música que produjeron desde los años 80 los mantiene unidos en la memoria de sus admiradores. Lo mismo que el gusto por la propuesta de una banda que ha traspasado generaciones, como las reunidas en la convivencia con Alan Boguslasvky, exguitarrista de la agrupación, y en el concierto tributo al que se sumó la voz de Hugo Mejía, para dar vida a Enrique Bunbury.

Este fin de semana, Alan Boguslavsky, quien fuera parte del grupo entre 1993 y 1996, llegó a la ciudad de Oaxaca para el concierto en que se escucharon temas icónicos de la banda. Del disco El mar no cesa, pasando por Senderos de traición, El espíritu del vino y hasta Avalancha, el repertorio de más de 20 temas buscaba recordar a la legendaria banda que aún 20 años después de disolverse “sigue teniendo mucha vigencia” e incluso “ha saltado generacionalmente”.

¿A qué se debe eso?, Alan dice que solo hay una respuesta y esa es la música, pues “son las mismas canciones que están vivas, que tienen vigencia y que siguen teniendo la misma fuerza o más que hace unas décadas”.

¿Y por qué recordar a una banda como esta? Hugo, quien desde hace 12 años ha recreado la voz y figura de Bunbury, lo cree necesario porque aunque hay bandas interesantes hace un par de décadas que no se hace rocanrol, sino mucha música para bailar.

“Es importante hacer un tributo a Héroes del Silencio, recordar la nostalgia, el legado que nos ha dejado, porque es una forma de revivir los 90” y porque “hay quienes están buscando rocanrol y se están refugiando en las bandas pasadas”, en vista de que la tendencia es hacia el pop o lo electrónico, agrega el invitado al recital del sábado, uno que se da a poco más de un mes de la presentación de Enrique Bunbury en el auditorio Guelaguetza.

Aunque Alan y Hugo han desarrollado varios conciertos con la música de los Héroes del Silencio, esta es la primera vez que coinciden. Para ambos, acercarse a la banda de la que uno fue parte y de la que otro decidió recrearla es una gran responsabilidad.

Para Alan ha sido más personal, pues conlleva retos varios como el de dejar de lado los señalamientos por vivir de sus glorias pasadas o el recordar a una banda que en su reunión de 2007 omitió invitarlo para la gira de despedida.

Es un arma de doble filo, dice Boguslanvsky, porque aunque ha disfrutado recrear esa música de la que fue responsable y que el público se la pase muy bien, sabe lo complicado de llegar a este con nuevas propuestas.

De su etapa con los intérpretes de La chispa adecuada y Maldito duende solo recuerda los aprendizajes musicales, lo vivido en la gira de El espíritu del vino y en la composición del disco Avalancha, el último previo a la disolución de la banda, con la que esperaba estar en 2007, al menos en su paso por México.

“Fue un trago muy difícil porque entiendo que por cuestiones de logística y de la banda quisieron meter a Gonzalo, hermano del guitarrista Juan Valdivia, pero fue doloroso que cuando estuvieran en México por lo menos no me invitaran a hacer un par de las canciones que compuse con ellos”. Pero eso, agrega, es su parte de la historia.

Por ahora, prefiere seguir en la música, una carrera que como las “letras pequeñas” del contrato le han hecho saber que lo mismo puede tocar en solitario que con una orquesta o una banda, como en la serie de presentaciones que tendrá próximamente en Guatemala, Panamá y de nuevo en México.

Este sábado, Boguslavsky y Hugo Mejía fueron invitados para el concierto tributo oficial, en el que compartieron escenario con la banda Samsara. En él, Hugo tuvo que recrear a Bunbury, “un monstruo que donde se pare ha dado mucho de qué hablar, gracias a su gran talento y diversidad en cuanto a la música”.

Hacer a Enrique Búnbury, imitándolo, dándolo a conocer –explica- le ha permitido conocer la dimensión de un frontman, un rockstar que al personificarlo le ha implicado mucha responsabilidad, pero también le ha valido muchas críticas.