El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, elevó este lunes la tensión comercial con China al anunciar la inminente imposición de un arancel adicional del 50 % sobre productos chinos, si el gobierno de Pekín no revierte su más reciente incremento arancelario del 34 % antes del martes 8 de abril. De concretarse la medida, muchos productos chinos enfrentarían un arancel acumulado del 104 %, el más alto en la historia reciente entre ambas potencias.
La escalada comenzó tras el anuncio del 2 de abril por parte de la Casa Blanca, donde se oficializó un arancel del 34 % a bienes chinos, que se sumó a un arancel previo del 20 %. La respuesta de China no tardó en llegar: un arancel espejo del 34 % sobre productos estadounidenses, programado para entrar en vigor el 10 de abril.
En una rueda de prensa conjunta con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, Trump defendió sus medidas, alegando que buscan “restablecer la mesa” de las relaciones comerciales y corregir el déficit histórico con China. “Más de 50 países quieren negociar con nosotros. Israel, por ejemplo, ya acordó eliminar todas las barreras comerciales”, declaró el mandatario.
Mercados tambalean, empresarios preocupados
El impacto de las declaraciones se sintió de inmediato en Wall Street. El índice Dow Jones cayó 349 puntos, equivalente al 0,9 %, arrastrado por la incertidumbre. Gigantes como Apple y Tesla registraron caídas significativas, mientras que U.S. Steel vio un inesperado repunte del 16,2 %, luego de que Trump ordenara revisar la compra de la empresa por parte del consorcio japonés Nippon Steel.
Economistas advierten que el endurecimiento de los aranceles podría provocar una recesión. Algunos legisladores republicanos, habitualmente aliados del presidente, comenzaron a expresar preocupaciones sobre el daño potencial a la economía nacional y a las cadenas de suministro.
China responde con firmeza: “Pelearemos hasta el final”
La respuesta de Pekín fue contundente. A través de un comunicado oficial, el Ministerio de Comercio de China acusó a Washington de recurrir al “chantaje económico” y advirtió que cualquier intento de presión será respondido con “contramedidas decisivas”.
“Si EE.UU. insiste en tomar este camino, China peleará hasta el final”, indicó el comunicado. Asimismo, el gobierno chino reiteró que el nuevo arancel del 34 % sobre bienes estadounidenses entrará en vigor el 10 de abril, independientemente de las amenazas de Trump.
Una nueva era de proteccionismo
Trump ha dejado claro que su política comercial busca reducir la dependencia de productos extranjeros y financiar recortes fiscales a través de los ingresos por aranceles. En su plataforma Truth Social, escribió: “Es la única oportunidad que tendrá nuestro país de volver a poner las cosas en su sitio. Porque ningún otro Presidente estaría dispuesto a hacer lo que yo estoy haciendo”.
Con esta nueva ofensiva comercial, la administración Trump abre un capítulo aún más agresivo en la ya compleja relación entre las dos mayores economías del mundo. La posibilidad de que se rompan las negociaciones bilaterales deja un panorama incierto para el comercio global en los próximos meses.