Habitantes de Chacahua, en el municipio de Villa de Tututepec, Oaxaca, despertaron este fin de semana con una imagen devastadora: miles de peces muertos flotando en las aguas de la laguna y a la orilla. El fenómeno, que comenzó a observarse desde el sábado 21 de junio, ha generado alarma ambiental, económica y social entre la comunidad costera, una zona altamente dependiente de la pesca y del turismo ecológico.
De acuerdo con testimonios de lugareños, los primeros indicios de mortandad aparecieron tras el impacto del huracán Erick, que azotó fuertemente esta región del Pacífico mexicano. Las imágenes y videos que circulan muestran peces en descomposición cubriendo extensiones importantes de la laguna, Lo que ha desatado temores sobre las consecuencias sanitarias y económicas.
IMPACTO DEL HURACÁN: ¿FENÓMENO NATURAL O CRISIS EVITABLE?
Aunque todavía no existe una versión oficial que explique la causa específica de esta mortandad, pescadores y habitantes señalan que el paso del huracán podría haber provocado una alteración severa en el ecosistema de la laguna. La mezcla de aguas dulces y saladas, posibles descargas de lodo, reducción del oxígeno en el agua o contaminación por desechos arrastrados durante la tormenta figuran entre las hipótesis más discutidas.
Expertos han advertido que las alteraciones súbitas en cuerpos de agua cerrados, como las lagunas costeras, pueden generar condiciones letales para especies acuáticas. Sin embargo, también se ha puesto en duda la calidad del manejo ambiental en la zona. Donde la falta de infraestructura de tratamiento de aguas residuales, el uso de agroquímicos y el desecho irregular de basura podrían haber agravado la situación.
ECONOMÍA LOCAL EN RIESGO: PESCA Y TURISMO, EN CRISIS
En Chacahua, la pesca no es solo una actividad económica, sino una forma de vida. Decenas de familias subsisten de la captura y venta de productos como mojarra, robalo y camarón. La aparición masiva de peces muertos pone en duda la salubridad de las aguas y la viabilidad de continuar con la pesca en los próximos días o semanas, justo en temporada alta de visitantes.
Además, esta comunidad es reconocida a nivel nacional e internacional por su atractivo ecoturístico. El Parque Nacional Lagunas de Chacahua es una de las joyas naturales de Oaxaca, y cada año atrae a miles de visitantes por su biodiversidad, playas vírgenes y cultura afromexicana. Sin embargo, la contaminación y el hedor que hoy domina la laguna amenazan con frenar la llegada de turistas, impactando aún más la ya frágil economía local tras el huracán.
AUSENCIA DE AUTORIDADES Y FALTA DE RESPUESTA INMEDIATA
Hasta el momento, no ha habido una respuesta rápida ni visible por parte de autoridades estatales o federales. Pese a que la situación se reportó desde el sábado, pobladores denuncian que no han llegado brigadas de salud ambiental, ni personal de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) o de la Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat) para tomar muestras y determinar las causas de la tragedia.
Esta ausencia institucional genera frustración y enojo entre los habitantes, quienes consideran que la emergencia sanitaria y ambiental requiere intervención urgente, no solo para investigar los hechos, sino también para prevenir futuros incidentes y apoyar económicamente a las familias afectadas.
MÁS QUE PECES: UNA CRISIS HUMANA Y ECOLÓGICA
Lo que ocurre en Chacahua no es un hecho aislado. La vulnerabilidad de las comunidades costeras frente al cambio climático, los fenómenos meteorológicos extremos y la negligencia ambiental se vuelve cada vez más evidente. Lo que debería ser un santuario natural hoy se enfrenta a la descomposición, tanto ecológica como institucional.
El desastre en la laguna debe encender alarmas: la vida acuática no muere en silencio, y su muerte tiene consecuencias sociales profundas. Es indispensable que se realicen estudios científicos urgentes, se activen protocolos de protección civil y medioambiental, y se escuchen las voces de quienes viven y protegen este ecosistema todos los días.