De acuerdo con el Biólogo Pablo Sánchez, especialista en el Grupo de Contaminación Ambiental del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el concepto de lluvia ácida hace referencia principalmente al ph de la lluvia.
El ph de la lluvia es un indicador de acidez o alcalinidad en la misma. Teóricamente, la lluvia “normal” tendría un ph igual a 7, sin embargo, debido a la presencia de otros gases además el nitrógeno y el oxígeno, el ph disminuye hasta 5.6 para volverse ácida.
Un de los gases que puede modificar el ph de la lluvia es el bióxido de carbono.
En ese sentido, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), explica que la escala de ph va del 0 al 14 y que una escala de 7 se considera un ph neutro.
El cero es el nivel de ph más ácido de la escala y el 14 el nivel más alcalino.
Pero, ¿qué es la lluvia ácida?
Sánchez explica que el agua de lluvia se considera ácida naturalmente, esto por la presencia de ácido carbónico.
Así, este tipo de lluvia es un fenómeno que puede causar daños importantes en el medio ambiente.
En realidad, “lluvia ácida” es el nombre común que se le otorga al depósito atmosférico.
El depósito atmosférico es un proceso en el que los compuestos ácidos que se encuentran en la atmósfera se precipitan y pueden llegar a la superficie de 2 maneras:
1. Deposiciones húmedas (lluvia, llovizna y rocío)
2. Deposiciones secas (niebla, nieve o granizo.
Así, los peligros de la lluvia ácida, son numerosos, por ejemplo:
– Afecta el agua de lagos y ríos por la acidez.
– Algunas especies animales no sobreviven a los cambios generados por el aumento de la acidez.
– Los niveles de aluminio pueden ser mortales para la fauna acuática y silvestre.
– Penetra las reservas de aguas subterráneas aumentando así los niveles de metales tóxicos.
– El suelo aumenta su acidez cambiando su composición.
– Plantas y suelos pueden ser infiltrados con metales tóxicos ((mpolomo, cadmio, manganeso, níquel y mercurio.
– Intoxicaciones en humanos y animales.
– Afectaciones en los ecosistemas.
Finalmente, este tipo de lluvia también puede dañar edificios, casas y monumentos históricos pues algunos materiales en las construcciones reaccionan a la acidez.
Por ello, se sugiere que las construcciones de mármol o piedra caliza sean revisadas constantemente y en caso necesario, se restauren.
