De acuerdo con el estudio publicado en Nature, la cara visible de la Luna, que observamos desde la Tierra, es más cálida y geológicamente activa que la cara oculta. Esto se debe a un intenso vulcanismo antiguo que acumuló elementos radiactivos como torio y titanio, responsables de mantener el calor del manto lunar en esa zona.
El manto de la cara cercana es entre 100 y 200 °C más caliente que el de la cara lejana, lo que ha influido en la formación de los conocidos “mares lunares” o llanuras de lava solidificada.
INFLUENCIA TERRESTRE Y DEFORMACIÓN DE MAREA
Durante su órbita, la Luna experimenta lo que se conoce como “deformación de marea”, una leve flexión provocada por la gravedad terrestre. Esta flexión afecta más a la cara cercana, lo que confirmó diferencias estructurales importantes en el manto lunar, ubicado entre la corteza y el núcleo.
GRAIL: EL MAPA GRAVITACIONAL MÁS PRECISO DE LA LUNA
La investigación utilizó datos de las naves gemelas Ebb y Flow, que orbitaron la Luna entre 2011 y 2012. Según Ryan Park, autor principal del estudio, este proyecto ha producido “el mapa gravitacional más detallado de la Luna hasta la fecha”.
Este mapa no solo mejora el entendimiento de nuestro satélite, sino que también servirá para futuras misiones de navegación lunar y podría aplicarse a otros cuerpos celestes como Encélado y Ganímedes, lunas clave en la búsqueda de vida en el sistema solar.
LA LUNA SIGUE SIENDO UN MISTERIO ACTIVO
“Los procesos que impulsaron el antiguo vulcanismo lunar podrían seguir activos hoy”, señala Alex Berne, coautor del estudio y científico planetario de Caltech.
Aunque la Luna parece tranquila desde la Tierra, este nuevo análisis demuestra que aún hay actividad térmica e histórica por descubrir, haciendo de ella un objetivo científico prioritario.