La Segunda Guerra Mundial es uno de los acontecimientos más atroces e indudablemente uno de los más interesantes del siglo pasado. Se ha escrito una gran cantidad de libros sobre el tema y se seguirán escribiendo, porque una guerra es una herida abierta que nunca termina de contarse, generación tras generación.
Así lo piensa y lo plasma la escritora Judy Batalion, descendiente de supervivientes polacos de la Segunda Guerra, quien luego de una larga investigación de doce años, logra novelar una historia real, que antes sólo conocía a murmullos. Con su libro Hijas de la resistencia (Seix Barral/2022) se adentra por las discretas y casi ocultas vidas de varias mujeres que lucharon en los guetos polacos por la única causa que vale la pena: la vida, su supervivencia.
Entonces esta historia que empieza en Polonia en 1943 no es de víctimas y victimarios, sino de causas, lucha y, sobre todo, resistencia; si bien la historia misma nos ha dejado ver que la causa judía fue la que obtuvo las mínimas victorias, hablando en términos militares, hay toda una organización que quizá nunca nos hubiéramos imaginado por parte de grupos clandestinos de judíos armados que se unieron en más de noventa guetos de Europa del Este.
Recuerdo una frase que dice: “aprendimos a perder para no darnos por vencidos” y definitivamente la historia de estos judíos no encaja con la acostumbrada historia de resiliencia de los vencidos, ellos o más bien dicho ellas, teniendo todo en contra decidieron no dejarse caer, no conformarse, intentarlo… ya de por sí nada tenían que perder.
Así lo cuenta la autora de este libro, quien ha narrado en diversas entrevistas cómo decidió indagar sobre ese inconexo origen, del que no conocía nada y al que entró esperando toparse con historias de luto y pena, sin imaginar que se encontraría con casi heroínas, mujeres de los guetos que fueron testigos del brutal asesinato de sus familias y vecinos en medio del brutal exterminio nazi.
ReniaKukielka, Sarah Kukielka,Hannah Senesh,ChasiaBielicka que por su apariencia polaca lograron pasar desapercibidas, dejaron de vestirse como judías para sobornar a guardias de la Gestapo, esconder armas en barras de pan, ayudar a construir búnkeres subterráneos, filtrar información, distribuir documentos de identidad falsos para ayudar a otros judíos a escapar, ayudar a enfermos e incluso coquetear con nazis para después embriagarlos y matarlos.
Mujeres contrabandistas, mensajeras y armadas que de una manera ingeniosa se jugaron la vida para resistir a los guetos, los asesinatos y el exterminio de su pueblo durante la Segunda Guerra Mundial, más interesante aún por ser un tema casi desconocido… pero ahí está, ahora más latente en las páginas de este libro.