En una impactante confesión, la reconocida escritora polaca-mexicana Elena Poniatowska, autora de obras como La noche de Tlatelolco, ha roto el silencio sobre un oscuro episodio de su juventud. En una entrevista concedida a un medio español, la escritora, ahora de 91 años, reveló que, en 1955, cuando tenía 23 años, fue víctima de abuso sexual por parte del renombrado escritor Juan José Arreola. El cual en ese entonces tenía 37 años y gozaba de una creciente fama en el mundo literario mexicano. El ataque, según relató, resultó en el nacimiento de su primer hijo, Emmanuel Haro Poniatowska.
EL ABUSO Y SUS CONSECUENCIAS
Los hechos ocurrieron cuando Poniatowska asistía a los talleres literarios de Arreola, un escritor ya consolidado y admirado. La escritora lo describió como “seductor y manipulador”, utilizando estas características para embaucar a sus jóvenes alumnas. Muchas de las cuales, como ella, admiraban profundamente su obra.
En su relato, Poniatowska señala que era una “muchacha totalmente encandilada, que además salía de un convento de monjas y no sabía lo que le estaba sucediendo”. Esta vulnerabilidad fue aprovechada por Arreola para consumar el abuso.
Tras descubrir que estaba embarazada, Poniatowska enfrentó la presión de Arreola. Quien intentó persuadirla en varias ocasiones para que abortara. Sin embargo, la escritora decidió seguir adelante con el embarazo y se refugió en Europa, específicamente en Italia. Años después, Emmanuel Haro Poniatowska fue registrado con el apellido del astrónomo Guillermo Haro. Con quien la escritora contrajo matrimonio posteriormente. Poniatowska también señaló que Arreola nunca se interesó por su hijo, ni lo apoyó económica ni emocionalmente.
EL IMPACTO DE SU REVELACIÓN Y EL SILENCIO ROTO
Aunque Poniatowska ya había abordado el ataque en su libro El amante polaco (2013), en el que escribió:
“Estoy sola. No sé qué es el amor. Lo que me ha sucedido… el ataque nada tiene que ver con lo que leí en los libros”, la reciente entrevista ha generado un impacto significativo. Se trata de una revelación que permaneció oculta por más de seis décadas, y que ahora resurge en un contexto en el que la violencia de género y los abusos en el ámbito literario son temas de creciente visibilidad.
Este testimonio también se suma a las declaraciones de otra escritora, Tita Valencia. Quien en su novela Minotauromaquia (1976) relató una relación tormentosa con Arreola, marcada por la violencia verbal y psicológica. Valencia, quien también fue su alumna, afirmó haber sufrido una relación desigual y abusiva con el escritor. Al igual que Poniatowska, Valencia describió a Arreola como un hombre que, aunque no era físicamente atractivo, usaba su “don de la palabra” para seducir y manipular a sus víctimas.
LA RESPUESTA DE LA FAMILIA ARREOLA
Ante las acusaciones, la familia de Juan José Arreola respondió con una carta pública en la que intentaron desacreditar las declaraciones de Poniatowska y Valencia. En el comunicado, expresaron su “tristeza y molestia” por las revelaciones, afirmando que se trataba de una “narrativa de falsedades”. Para respaldar su postura, la familia divulgó correspondencia privada entre Poniatowska y Arreola, con la intención de demostrar que la relación fue consensuada.
Uno de los fragmentos de la carta de Poniatowska, fechado en febrero de 1955, rezaba:
“Tengo una idea de ti que no cambiará jamás, y es una idea grande y noble, pero tu presencia es dañina, Juan José, y desconcertante… En México, podrás hacer lo que quieras, pero aquí déjame sola…”.
A pesar de esto, la escritora ha reiterado en sus más recientes declaraciones que la relación no fue consensuada y que la manipulación emocional y el abuso de poder fueron parte fundamental de lo que ocurrió.
UNA NARRATIVA QUE SIGUE CAUSANDO CONMOCIÓN
El testimonio de Poniatowska ha generado una profunda reflexión sobre el poder que pueden ejercer figuras influyentes en el mundo académico y artístico, y cómo este poder puede ser utilizado para abusar de personas más jóvenes y vulnerables. En un país como México, donde el tema de la violencia de género sigue siendo alarmante, estas revelaciones de una de las autoras más emblemáticas han resonado con fuerza.
A sus 91 años, Elena Poniatowska ha demostrado una vez más su valentía al hablar públicamente de un tema que durante años fue silenciado. Su testimonio invita a una revisión crítica de las figuras literarias que han sido idealizadas a lo largo del tiempo, pero cuyas acciones, como en el caso de Arreola, han dejado una huella oscura en la historia del ámbito cultural mexicano.