Originarias de diversas partes del estado y de clases sociales varias, aunque siempre ligadas a un contexto adverso para su género, las mujeres oaxaqueñas tuvieron una gran participación en la Revolución, un conflicto armado que ocurrió entre 1910-1917 contra la dictadura de Porfirio Díaz.
En esa guerra civil de la que este 20 de noviembre se conmemoraron 114 años de su inicio, las oaxaqueñas fueron precursoras de la lucha, del voto femenino e incluso tomaron las armas durante el conflicto.
La historiadora Francie Chassen-López señala entre las precursoras a un grupo de mujeres de Cuicatlán, región Cañada, como Adelina Figueroa de Odriozola, Margarita Escalante y Tirsa Palacios, que en enero de 1901 respondieron al llamado de los Liberales de San Luis Potosí.
En su artículo “No podemos ni debemos permanecer impasibles”: las oaxaqueñas en la Revolución de 1910, la investigadora enlista a otra precursora de la oposición (hacia el entonces gobernador Emilio Pimentel y el presidente Díaz): Paula Cuevas Paz, hermana de Miguel y Rafael Cuevas Paz, artesanos de la ciudad de Oaxaca, quienes eran dirigentes de la oposición. Ella participaba en los círculos del taller de sus hermanos, en los que se leían y discutían los periódicos “Regeneración”, “Diario del Hogar” y “El Hijo del Ahuizote”.
Ya en las luchas de la Revolución, y aunque no nació en Oaxaca, otro papel importante fue el de la enfermera y fundadora de la Cruz Blanca Neutral Elena Arizmendi, nieta del general oaxaqueño y juarista Ignacio Mejía.
Otras que figuran en la investigación de la profesora de historia en la Universidad de Kentucky, Estados Unidos, son: María Aguirre y la mixteca María Benita Mejía, en Pinotepa Nacional, región Costa. Juana Catarina Romero, de la facción de los Rojos Porfiristas, la sinaloense Rosaura Bustamante y varias juchitecas que apoyaban al esposo de ésta, José “Ché” Gómez y la rebelión maderista, en el Istmo.
La cantautora Marcha Toledo, impulsora del festival Las Heroínas, también ha destacado a Angelina Jiménez, alias “teniente Ángel”, quien nació en Jalapa del Marqués y también está incluida en la investigación de la historiadora.
Más allá de los hermanos Ricardo, Enrique y Jesús Flores Magón, los oaxaqueños a los que se ha destacado en la historia de la Revolución, Francie Chassen-López también destaca el papel mujeres como Josefina Bórquez y Anastasia Martínez. Con 10 años de edad, esta última acompañaba a su madre, Adolfa Jiménez, mientras cocinaba y ejercía de enfermera para las tropas juchitecas. Valentina Vázquez Robles y Ana Ruiz son parte de esa lista de luchadoras que generalmente han estado invisibilizadas en la historia, pero tanto Chassen-López como Martha Toledo han tratado de mencionar y recordar en su iniciativas e investigaciones.
Las luchadoras
- Adelina Figueroa de Odriozola
- Margarita Escalante
- Tirsa Palacios
- Paula Cuevas Paz
- Elena Arizmendi
- María Aguirre
- María Benita Mejía
- Juana Catarina Romero
- Angelina Jiménez
- Josefina Bórquez
- Anastasia Martínez
- Adolfa Jiménez
- Valentina Vázquez Robles
- Ana Ruiz