Recuperar objetos y darles una nueva oportunidad a lo que se piensa como basura o inservible es parte del trabajo del artista plástico Juan Carlos Luna. Originario de Oaxaca de Juárez, el autor comparte los resultados de su labor en una galería “a cielo abierto”, en el Jardín Antonia Labastida, en la capital del estado. Juan Carlos es uno de los creadores que desde hace tres fines de semana regresó a este espacio, luego de la suspensión por la emergencia sanitaria de Covid-19.
Sin embargo, en otras ocasiones, como desde hace casi dos años, ha sido parte de la iniciativa denominada Jardín del Arte, que surgió hace unas tres décadas y se había suspendido en 2010. En este espacio es donde Juan Carlos usa la cantera de una fuente como soporte para sus creaciones, básicamente esculturas en donde lo mismo se observa la representación de una cabeza con cubrebocas como corazones cuyas arterias son metales a los que el autor da otra oportunidad o uso.
Juan Carlos se ha dedicado profesionalmente al arte desde hace ocho años, aunque su incursión comenzó desde la niñez. El ahora joven de 26 años cuenta que se ha enfocado en la recuperación de objetos para crear nuevas piezas, en una especie de reciclaje con que genera una propuesta llamada “La vida de los objetos”.
“Hoy en día, hay que reciclar para no generar tanta basura. Yo lo que hago es recuperar los objetos como fierro u otros que están tirados en las calles. Los voy recolectando y formando en una escultura hiperrealista”.
Actualmente, trabaja en una serie de esculturas en forma de corazones; con ellos trata de repensar en la humanidad, en el compadecerse “del prójimo”. Para estas esculturas emplea llaves, tubos de cobre, tubos y máquinas de motor, tornillos, relojes descompuestos, entre otros. “Con todo lo que voy recolectando voy formando una obra de arte. Es el arte de recuperar los objetos para realzarlos”, ahonda Luna sobre una propuesta que además se enmarca en la emergencia sanitaria.
“Ahorita el arte nos sirve para expresarnos, para mostrar la creatividad que estamos desarrollando, pues la pandemia vino a darnos un momento de reflexión, de meditación. Estamos rediseñando el arte, volviéndonos más sensibles y humanistas a través de ella”.