En los pasillos coloniales del Hotel CasAntica, ubicado en el corazón de Oaxaca, adornado como lo requieren los tiempos de Navidad con un nacimiento bien distribuido en su estructura con distintas formas recreando aquella época del nacimiento de Niño Dios en Jerusalén, se nota la exquisita creatividad en la construcción de las viviendas y entre ellas destacan las cascadas, los pozos, los borregos, los bueyes, etc., toda una gama de escenarios muy estimativos de una tradición que poco a poco se va perdiendo en nuestras costumbres oaxaqueñas, cuyo motivo es la despreocupación de los encargados de turismo, que en épocas anteriores lanzaban la convocatoria para calificar el mejor nacimiento reconociendo el entusiasmo de las personas interesadas en este asunto tan valioso para nuestra comunidad, especialmente para los niños que se distraían en ver todas las figuritas bien distribuidas en el campo, las montañas, los cerros y las fogatas.
La representación del Nacimiento es toda una belleza en este espacio cultural ya muy famoso por la divulgación de la cultura de dos personas entusiastas como son: Dr. Sergio Bello y Lic. Maru Pombo, especialmente en las muestras pictóricas de nuestros artistas acompañados siempre de la nueva generación de músicos, cantantes y bailarines.
Y ahora vayamos a la presentación de “Del despertar del Cazahuate”, un árbol tradicional de los espacios de Monte Albán, cuya autora es Cecilia Escobar, quien viera la primera luz en esta capital oaxaqueña, misma quien desde la infancia ya traía consigo el interés de dibujar y pintar. Ella proviene de una familia de artistas y empresarios oaxaqueños y amplió sus estudios de Diseño de la Comunicación Gráfica en la Universidad Metropolitana de la Ciudad de México, mucho antes de adentrarse de lleno a la optometría, cobijada por la tradición familiar. Siempre mantuvo su pasión por la pintura y desarrollo de su técnica a la par de su carrera profesional.
Cecilia Escobar, siendo discípula del maestro en artes plásticas Juan Alcázar, estuvo bajo la tutela de genial y triunfador en Europa Sergio Hernández, ella fue una de las primeras en mantener la “Galería Carmen” en esta misma ciudad en los años 90, donde expuso sus obras el maestro Nicéforo Urbieta, con una trayectoria impresionante, también exhibieron sus obras: Fulgencio Lazo, José Luis Correa, José Antonio Platas, María Eugenia Gutiérrez, Isaac Martínez, Jorge López, etc.
Creatividad
La obra pictórica de Cecilia Escobar se ha presentado en la Universidad Autónoma Metropolitana, en el salón Rufino Tamayo de la Casa de la Cultura Oaxaqueña, conjuntamente participó con el maestro Juan Alcázar en la elaboración de un cuaderno de grabado del Jardín Etnobotánico en el año 2002, teniendo una creatividad maravillosa e imperecedera. En sus lienzos persiste el color verde del arte pictórico, como un referente al cazahuate y desde luego a la Verde Antequera. Cecilia Escobar está en la búsqueda del paisaje a través del color en su descubrimiento estético.
Crítica
Cecilia Escobar va en el camino correcto de la creatividad, teniendo una tendencia al poético paisaje oaxaqueño y cuyas metas están en juego en su imaginación, pues debe persistir sin temores en ese instinto con el pincel que la llama para existir en su obra artística.
Es por eso que su emoción aún está detenida, pero sabemos que saldrá avante cuando ella misma así lo decida, tiene mucho por dar, pero también tiene que insistir para existir en la plástica oaxaqueña, pues lo que ha presentado ya es un avance para su vida.
