En el marco de la conmemoración de los 493 años de la elevación de Oaxaca a ciudad, el Edificio Central del Instituto de Ciencias y Artes del Estado se erige como un símbolo tangible de la evolución histórica, educativa y cultural de la entidad.
Fundado en 1827, el Instituto de Ciencias y Artes del Estado de Oaxaca (ICAEO) ha sido cuna de destacados personajes como Benito Juárez y Porfirio Díaz. Durante el periodo de las Leyes de Reforma en 1859, los edificios conventuales de Santo Domingo, La Merced, San Agustín, El Carmen y San Francisco fueron desocupados, y el gobierno liberal oaxaqueño procedió a ocuparlos, incluyendo la sede del Obispado y el Colegio Seminario. Este último fue destinado como la nueva sede del Instituto de Ciencias y Artes del Estado.
Entre 1899 y 1901, el edificio fue reconstruido adoptando un estilo neorrenacentista con elementos vernáculos locales, destacan sus dos portadas: la principal en la fachada sur y otra en la lateral, con columnas estriadas de orden dórico y un remate de lámina de cobre que albergó el antiguo Centro de Investigación Meteorológica.

A lo largo del tiempo, el edificio ha enfrentado diversos desafíos. En 2002, un incendio dañó parte de la fachada sobre la Avenida Independencia, la cual fue restaurada posteriormente. En 2016, un grupo de porros se enfrentó con policías y para poder huir provocó un incendio en la puerta de madera del lado de la calle de Alcalá, causando daños significativos.
En 2024, se llevaron a cabo importantes trabajos de restauración y renovación en el Edificio Central. Estas labores incluyeron la renovación de escalones, pasamanos, balastros y cornisas de cantera, así como trabajos de aplanado y remodelación de paredes. También se realizó la renovación del observatorio, trabajos de carpintería en el paraninfo, refuerzo y alineamiento del bastidor, protección de elementos catalogados como patrimonio cultural, y limpieza y tratamiento de restauración en las puertas.
Hoy en día, el Edificio Central alberga la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, la Biblioteca, la oficina de Teatro Indígena y el Gimnasio Universitario. Sus recintos están distribuidos en torno a tres patios, con escaleras de tipo imperial que alguna vez estuvieron adornadas con jarrones en sus arranques.
Este emblemático edificio no solo representa la riqueza arquitectónica de Oaxaca, sino también su compromiso con la preservación de su patrimonio histórico y cultural, siendo un testigo vivo de la historia oaxaqueña.