Con la ópera de títeres “La bella durmiente”, del compositor italiano Ottorino Respighi, diversos artistas oaxaqueños, mexicanos y extranjeros se unen para apoyar al teatro Macedonio Alcalá, recinto emblemático de la ciudad de Oaxaca que fue inaugurado en 1909 y que actualmente presenta una serie de deterioros y necesidades.
La obra en la que participan el tenor oaxaqueño Rodrigo Petate y la Orquesta Sinfónica de Oaxaca cuenta con la dirección musical del italiano Leonardo Gasparini y en la dirección escénica con Luis Manuel Aguilar.
Esta es una historia adaptada del cuento de la Bella Durmiente, en la que la trama original sobre el amor romántico fue actualizada para ir acorde a este tiempo, explicó Luis Manuel Aguilar sobre una obra en la que se invita a las generaciones más jóvenes a ser empáticas con el dolor ajeno.
“Evitamos cualquier discurso que pondere lo machista”, externó acerca de la puesta en escena apta para todos los públicos, aunque más enfocada a la niñez y a las y los adolescentes.
La obra es producida por Fabio Caselli, con apoyo del EFIARTE (estímulo fiscal del artículo 190 de la Ley del Impuesto sobre la Renta) y todo lo que se capte se ingresará etiquetado a la Secretaría de Finanzas del estado para que esta pague a los proveedores del mantenimiento del teatro, explicó Esteban San Juan Maldonado, director del recinto.
Las funciones de La Bella Durmiente serán los días sábado 30 de noviembre a las 19:00 horas y el domingo 1 de diciembre a las 12:00. Los costos de los boletos van de los 224 a los 392 pesos y se pueden obtener en la taquilla del teatro y en la plataforma de internet Superboletos.

Cambia modelo de gestión
En entrevista, el director del teatro Macedonio Alcalá, Esteban San Juan Maldonado, señaló que el teatro requiere de un mantenimiento urgente y que el presupuesto necesario fácilmente supera los 9 millones de pesos, pues hay equipos que se cotizan en dólares. Por eso apuesta por una atención parcial y paulatina para ir por lo más urgente.
“Lo que nos urge es el área de sonido, la iluminación, instalaciones eléctricas y sanitarias, carpintería… El daño va a ser más fuerte si no intervenimos”, detalló sobre un inmueble centenario que tuvo su última remodelación hace más de 22 años y que la atención mayor al techo fue hace dos sexenios. “Fuera de ahí no se ha dado un mantenimiento en forma y ya lo requiere”.
Independientemente del presupuesto de las dependencias de las que depende el Alcalá, es necesario un nuevo modelo de gestión que involucre a autoridades, iniciativa privada y sociedad civil, apuntó el director.
