San Vicente Nuñú, bello pueblo mixteco de Oaxaca
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San Vicente Nuñú, bello pueblo mixteco de Oaxaca

La comunidad tiene pocos habitantes, su belleza resalta en el trazo de sus calles y la tranquilidad que se disfruta al caminar.


San Vicente Nuñú, bello pueblo mixteco de Oaxaca | El Imparcial de Oaxaca
En el centro del Parque Central de San Vicente Nuñu hay un hermoso quiosco. Fotos: Omar Maya/Juan Vásquez

San Vicente Nuñú es un lugar pertenece al distrito de Teposcolula, saliendo de Oaxaca rumbo a Tlaxiaco se llega aproximadamente en tres horas, encontrándose en el entronque de la carretera de Huajuapan y Tlaxiaco, hermosas figuras grabadas en la carretera, en las que participaron artistas mixtecos, logrando dibujos de palmeras, así como también figuras de animales como venados, ya que ilustran la flora y fauna de los destinos hacia donde te llevan estas carreteras con arte. 

La comunidad tiene pocos habitantes, su belleza resalta en el trazo de sus calles y la tranquilidad que se disfruta al caminar. Hay lugares para alojarse, así como fonditas para degustar los deliciosos platillos típicos que aquí preparan. 

Hay un bello templo dedicado a San Vicente Ferrer. Fotos: Omar Maya/Juan Vásquez

Es un deleite disfrutar de San Vicente Nuñú, es como si fuera un set para grabar una película, ahí los servicios básicos están disponibles y funcionando con normalidad. 

La festividad patronal a San Vicente Ferrer se celebra el tercer domingo del mes de enero, en esta ocasión hay cinco días de fiesta. El día 5 de abril se realiza otro festejo dedicado también a San Vicente Ferrer y el 24 de diciembre en la noche celebran el nacimiento del “Niño Jesús”, cuyo festejo continúa el día 25 de diciembre como en todo el mundo. 

Los Días de Muertos aquí se festejan muy al estilo tradicional oaxaqueño, poniendo sus altares con arcos de caña y flores de cempasúchil que cultivan para su uso propio, pero cuando hay suficiente la van a vender a San Pedro y San Pablo Teposcolula. También tienen sus delicias gastronómicas como lo es el pan de yema, el chocolate, el mole, la calabaza en dulce, entre otros muchos. 

Los paisajes de invierno en San Vicente Nuñu son hermosos. Fotos: Omar Maya/Juan Vásquez

La mayor parte de los habitantes se dedican a la agricultura, sembrando maíz, frijol y otros granos, así como también a la siembra de forraje para alimentar al ganado. 

Algunos jóvenes practican deportes, mientras que otros se dedican a estudiar música. Los músicos reciben seis horas de capacitación dos veces a la semana, con lo cual ya han logrado interpretar más de 50 temas musicales en su repertorio y con ellos amenizan varias de sus festividades, el nombre de esta alegre banda es: la Original Banda Rinconcito Mixteco.  Otros dos grandes artistas que tiene este pueblo son: el violinista Carlos Zárate y el artista plástico y visual Luis Alberto Ortiz López. 

Entre los platillos que es posible degustar en este lugar destacan: el pozole, el mole negro y la barbacoa, mientras que una de sus bebidas principales es la que se sirvió en agosto del 2010 en la sede de la Unesco en París, el día que fue declarada la comida mexicana como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad: el chocolate atole. Esta bebida fue servida por la cocinera oaxaqueña Abigaíl Mendoza, pero además en este pueblo también se sirve el chile atole, el champurrado y el atole de granillo. 

La gente vive con mucha seguridad y en su tiempo libre visitan el río ya que en este lugar inicia la Cuenca del Río Balsas, por lo que los nativos cuidan y dan gran atención a la naturaleza. 

 

Omar Maya, comunicólogo oaxaqueño con gran experiencia 

Omar Maya Calvo nos comenta su evolución en el área de la comunicación, en donde desde joven inició como fotógrafo y estudió para realizar un trabajo más profesional, lo que lo llevó a pertenecer al equipo de fotógrafos de la gubernatura donde desarrolló su capacidad de hacer fotos y editarlas de manera rápida. 

Durante su permanencia en esta área vivió la emoción de estar en eventos sobresalientes y con personalidades destacadas de nivel nacional e internacionales.

Omar dice que su familia siempre lo ha apoyado, ya que muchas veces hay que asistir a eventos en las mismas fechas que en la familia realiza algunos festejos, pero siempre lo han entendido, por lo que se siente agradecido por esa comprensión y esto lo ha animado a seguirse preparando y ejerciendo con mucho entusiasmo su profesión.

Son ya más de quince años en los que ha logrado desarrollarse como comunicólogo, pero también ha desarrollado relaciones públicas y ha analizado las estrategias para tener una mayor efectividad en la difusión de lo que requiere una persona o empresa, por lo que brinda asesorías para estudiar cada caso en particular y echar a andar un plan de trabajo.

El trabajar como comunicólogo, fotógrafo y camarógrafo le ha permitido conocer a muchas personas y hacer amistad con muchas de ellas, ya que debe de haber confianza para poder realizar mejores proyectos y así externar las ideas hasta lograr puntos de acuerdo por el mejor beneficio de los objetivos a seguir. 

Omar Maya Calvo nos dice que ama su profesión y se siente satisfecho de los alcances que ha tenido hasta la fecha, sin embargo, con esta tendencia de la permanente evolución de la tecnología se sigue actualizando para poder estar a la vanguardia y así poder interactuar con personas de diferentes generaciones y realizar mejores trabajos. 

El comunicólogo dice que también le gusta conocer muchos lugares turísticos y por eso invita a conocer más de las ocho regiones de la entidad.

El artista plástico y visual ha puesto su mayor esfuerzo en ser un excelente comunicólogo. Fotos: Omar Maya/Juan Vásquez