“Voy todo el tiempo en dirección contraria”: Chris Pueyo
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“Voy todo el tiempo en dirección contraria”: Chris Pueyo

En 2015 se publicó El chico de las estrellas, novela prima de Chris Pueyo (Madrid, España, 1994). En ella nos presentó su historia a través de un muchacho que comienza…


“Voy todo el tiempo en dirección contraria”: Chris Pueyo | El Imparcial de Oaxaca

En 2015 se publicó El chico de las estrellas, novela prima de Chris Pueyo (Madrid, España, 1994). En ella nos presentó su historia a través de un muchacho que comienza a descubrirse amorosa y personalmente, desde entonces ha publicado Aquí dentro siempre llueve (2017), La abuela (2019) y el más reciente Hombres a los que besé (2021) poemario en el que nos relata momentos cumbres de su vida sentimental, los deseos y ausencias que lo han marcado, a través del verso libre y la décima. Él es un autor famoso en la literatura juvenil; su obra tiene gran recepción en Latinoamérica y España. 

Contra a todos los pronósticos del tiempo y sin quererlo, ha crecido, literaria y personalmente. En su más reciente trabajo nos habla desde la perspectiva de aquel que ya ha sentido mucho y que ha encontrado la madurez para aprender de ello. Hace unos días conversamos con Chris Pueyo, quien llegó presuroso a la reunión virtual, luego de haber emitido su sufragio en las elecciones a la Asamblea de Madrid; habla muy rápido y se muestra ante la cámara con cierto aire de sorpresa:

Has contado mucho de tu vida en tus libros; sin embargo, parece que la vida nunca termina de contarse…

—No, cuanto más escribo sobre mí mismo, más me desconozco. Es verdad que llevo cuatro libros hablando de mi experiencia personal, que es de lo que mejor puedo hablar y a mí me sale escribir de lo que me atraviesa. Siento que esta fuente en un principio me parece inagotable, pero no descarto tampoco la idea de inventarme historias y una primera ficción. 

¿Cómo resumirías este cuarto libro que es Hombres a los que besé?

—Este poemario es un amasijo de versos libres, de todos aquellos hombres, no solamente de las relaciones sentimentales, porque no estoy apuntando a todos los hombres a los que he besado literalmente (risas). Esta es la historia de un muchacho que de décima en décima crece lo suficiente hasta encontrar ese amor y logra perdonarse a sí mismo. 

Tus libros han explorado el amor en distintas etapas ¿Qué tanto ha variado la visión del amor, desde el primer libro hasta ahora? 

—Lo más representativo de este crecimiento es que el primer libro era El Chico de las Estrellas y el sustantivo más potente de este cuarto libro es Hombres, entonces yo creo que eso es una gran explicación a simples rasgos. De un primer muchacho que inicia su autodescubrimiento, que acepta su orientación sexual, que conoce a su primer chico, que se enamora, que le rompen el corazón, que pasa de tener 18 años a 26; lo que quería hacer es una ajuste de cuentas con todas las personas a las que les he entregado una parte de mi vida. Creo que esa es la gran diferencia, que empecé besando chicos y enamorándome fácilmente y terminé besando hombres y comprendiendo lo que era yo.

¿Se puede olvidar el pasado amoroso o no?

-Yo creo que no se puede olvidar como tal. No siempre es necesario olvidar, a mí me parece muy importante la memoria, la del amor, la de uno mismo, la de la historia; me parece fundamental para ver lo que quieres y lo que no a la hora de escoger, para bien o para mal, olvidar es un error. No mantener intacto el sentimiento, porque una ruptura duele mucho y si no pudiéramos olvidar el sentimiento, sería complicado, pero saber qué es lo que quieres mantener lejos de ti en el amor y en otros ámbitos, es importante. 

En este libro exploras la décima ¿Cómo fue tu primer acercamiento con este género poético?

—Fue totalmente improvisado, empecé a escribir este libro en verso libre, después de Aquí dentro siempre llueve, que fue mi primer poemario, pensé que tenía que dar un paso más, y en la pandemia descubrí la décima, me pareció una técnica con la que podría llegar a lugares diferentes con imágenes y alegorías muy interesantes. Creo que he logrado decir “ostras podemos hacer versos libres, pero también te puedo contar una historia con una métrica, con una rima y un ritmo”. 

¿Qué son los sentimientos para Chris Pueyo?

—Es más complicado gestionar tus sentimientos que ser autónomo; para mí, los sentimientos son una cosa que no nos enseñan a gestionar desde muy pequeños, estamos muy mal educados emocionalmente. 

¿Cuál es el sentimiento que más te ha costado gestionar?

—En su momento fue la tristeza –ahora ya no tanto– me sentía muy culpable por sentirme derrotado y triste, es más, me acomodé incluso un poco en el sentimiento de auto victimismo, pero la tristeza me parece que no hay que mirarla como enemiga, hay que aceptarla, llenarse de silencio y abrazarla, porque el que llegue quiere decir que sientes, que eres vivo, pero también saber despedirse de ella. 

¿Te has puesto a pensar qué sería de tu carrera sin el internet?

—Te voy a ser súper sincero, internet ha sido mi multinacional, mi terapia y mi distribuidora, o sea todas las cosas. Donde realmente empecé a expresarme y darme a conocer con mi obra, no fue en los escaparates ni en las librerías, sino en el internet. Verdaderamente, fue una revolución de las comunicaciones, que todavía no se entiende, porque como autores no nos toman en cuenta, uno por venir de internet y dos porque somos jóvenes y tenemos que esforzarnos el doble para ganar la mitad. Internet es un hervidero de opiniones, pero también un caldero de creación de artistas y enseñanza. 

En tu primer libro, se lee a un Chris hasta cierto punto muy dramático y ahora a uno más maduro ¿Por qué crees que sea así? 

—Es muy sencillo, la Oreja de Van Gogh canta una canción maravillosa que dice “El amor verdadero es tan solo el primero y los demás son solo para olvidar”, yo sí que lo creo, siempre va a tener ese punto de honestidad. Que va a ser el mejor, el más sano y en el que más felices vayas a estar, no, porque según creces, tú sabes elegir mejor; pero la frescura, la identidad y la pureza de un primer algo es muy poderoso, por eso el primer amor tiene tanta fuerza, porque nunca lo vas a volver a vivir por primera vez y porque no sabías que iba a ser el primero. 

@UrieldeJesús02