Don Francisco terminó la preparatoria a sus 87 años y teje obras de arte en Tlaxiaco
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Don Francisco terminó la preparatoria a sus 87 años y teje obras de arte en Tlaxiaco

Dijo que se ha comprado algunos libros y se siente orgulloso de hablar su lengua materna y tejer productos de palma.


Don Francisco terminó la preparatoria a sus 87 años y teje obras de arte en Tlaxiaco | El Imparcial de Oaxaca

Nunca es tarde para seguir estudiando, como don Francisco Sánchez Hernández que ha culminado su preparatoria a sus 87 años de edad, en la ciudad de Tlaxiaco. Dijo que se ha comprado algunos libros y se siente orgulloso de hablar su lengua materna y tejer productos de palma.

Es originario de la localidad, Río Florido Sosola, distrito de Etla, Oaxaca y a sus 87 años de edad, él solo se encaminó a culminar sus estudios. En su comunidad solo terminó el tercer año de primaria, ya en Tlaxiaco terminó la primaria, secundaria y ahora la preparatoria. Lo logró gracias a su empeño y porque hace años una muchacha que lo visitó en el domicilio de su hijo le hizo la invitación a que continuara sus estudios; a él le pareció bien y aceptó. 

Comenta que mientras continúa sus estudios hace sombreros y tenates, los vende en las calles de la ciudad de Tlaxiaco. Vive actualmente en la casa de su hijo y su mayor entretenimiento es estudiar los libros que le dan, también han comprado algunas enciclopedias y se distrae de esta forma aprendiendo. 

Don Francisco nunca se ha avergonzado de hablar su lengua materna, aunque en ocasiones tengan que explicar muchas veces lo que las personas no le entienden, ya que su español no es claro, debido a que su primera lengua es el mixteco.

Francisco Sánchez Hernández ha comprado algunos libros con la venta de sus tenates y sombreros, ahí se entera de muchos acontecimientos y las diversas culturas del mundo, también sabe de los cuidados que se deben tener ante la pandemia del coronavirus.

Durante sus estudios de la preparatoria muchos jóvenes se admiraban de él y hasta le decían que para qué estudiaba si ya mero se moría, eso no le hacía nada y hoy ha culminado la preparatoria. Desde luego que tiene ganas de seguir en el nivel superior, pero es muy caro el estudio, primero porque la pandemia de coronavirus ha complicado la situación ante la falta de una computadora y del servicio de internet, que el dinero no le alcanza para estos servicios. 

En su comunidad su trabajo siempre había sido el campo, pero lo ha dejado de hacer ya que sufrió un accidente, uno de sus toros le atacó hasta abrirle el estómago, le sacó las tripas  y estuvo muchos años enfermo, hoy recuperó su salud y mejor se dedica al oficio que hacen todos los habitantes de su comunidad que es tejer la palma en diversos productos. 

Realiza los tenates en diversas formas como la gente los pide, a ellos les gusta más de tejidos delgados y muy juntos, desde luego que es algo difícil, así también los sombreros los realiza aunque son obras que no valen más que 10 pesos, pero en fin los hace porque la comunidad los pide y en tiempos de calor se venden.