Vivir Quintana: “Yo canto para contar lo que muchas no pueden”

“Que tiemble el Estado, los cielos, las calles

Que tiemblen los jueces y los judiciales

Hoy a las mujeres nos quitan la calma

Nos sembraron miedo, nos crecieron alas

A cada minuto, de cada semana

Nos roban amigas, nos matan hermanas

Destrozan sus cuerpos, los desaparecen

No olvide sus nombres, por favor, señor presidente” 

(Fragmento de Canción sin Miedo)

Vivir Quintana (Francisco I. Madero, Coahuila, 1985) compuso en marzo de 2020 Canción sin miedo que se ha convertido en un himno para las mujeres en Latinoamérica, quienes han alzado su voz para pedir justicia y poner un alto a la violencia que se ejerce sobre ellas. La compositora de este tema creció en una familia donde tuvo los mismos privilegios que sus hermanos, sus padres por igual les enseñaron las mismas herramientas y que tenían una voz y debían utilizarla. Al crecer, Quintana se dio cuenta que eso no sucedía con todas las mujeres, desde entonces utiliza su canto, ingenio y observación para la composición; se ha encargado de visibilizar las injusticias que viven sus compañeras: 

¿Qué es la libertad para Vivir Quintana? 

—Es reconocerte única, es la decisión de ser quien quieres ser, sin escrúpulos, ni juicios, porque el juicios a veces somos nosotras quienes nos podemos; la libertad es amor y el amor empodera, crecer con amor es libertad y cuando eres libre te importa que la gente que está a tu alrededor sea libre. 

¿Por qué crees que Latinoamérica nos ha dado tantas cantoras en los últimos siglos? 

—Porque el canto es resistencia y salvación, hemos pasado por momentos tan difíciles las mujeres históricamente, que el canto es una forma de contarlo; yo canto para contar lo que muchas no pueden. 

Te has convertido también en una importante cantora mexicana ¿Cómo te sientes con esto? 

—Con mucho agradecimiento, es como si estuviera en un sueño, en un sueño continuo, sabes no quiero sonar egocéntrica, pero yo sabía que esto iba a pasar en algún momento, creo que este sueño se ha formado desde niña, lo tenía muy en la cabeza, muy en la mente y sobre todo en el corazón. Me siento en un sueño perpetuo, los sueños no solo son el talento, los sueños se trabajan, se pulen, se está en constante crecimiento para poder hacer las cosas, han sido muchos años de lágrimas, alegrías y gargantas gastadas, he cantado mucho y espero morirme cantando. 

En 2020 lanzaste Canción sin miedo y rápidamente se convirtió en un himno, lleno de verdades, fuerte y doloroso ¿Qué representa en tú carrera? 

—Es una canción muy dolorosa, pero también muy fuerte y muy poderosa, a un año de haberse estrenado, sigue vigente lo que trata la canción, y estoy contenta porque alrededor existen muchas compañeras músicos que tratan estos temas en sus canciones, temas que son necesarios. Canción sin miedo ha sido una transformación en mi vida. 

¿Los hombres como podemos ser partícipes y ayudar en esta lucha de ustedes las mujeres? 

—Pueden ser unos magníficos aliados quedándose a un lado, no tratando de ser los protagonistas de otro movimiento, porque ya la historia se cuenta desde el lado masculino. Nos pueden ayudar cuestionándose a sí mismos y poniendo a interiorizar a sus demás compañeros. Así como nosotras hacemos estas canciones para llamar a las compañeras a sumarse a la justicia y a la visibilidad, ustedes también podrían hacer este tipo de contenido para tratar de apoyar interpelando a sus compañeros hombres para que tengan esa conciencia despierta y podrán apoyarnos muchísimo.

Has dicho en algunas entrevistas que cuando sucede el feminicidio de tu amiga te quedas con muchas preguntas ¿Ya has podido responder algunas? 

—Muchísimas. Cuando pasó eso, ella fue expuesta en los periódicos locales y el tipo que la asesinó se suicidó como a las nueve horas. Recuerdo en un periódico que decía “Pacto suicida” porque obviamente no se esperaron a los peritajes, tenían que vender la nota y la foto de mi amiga sale totalmente expuesta y la de él sale con la cara borrada; yo decía por qué, y ahora lo entiendo, porque las mujeres somos objeto de consumo, aún asesinadas, lo entendí después, y por eso hago este tipo de canciones para tratar de acabar con El Pacto Patriarcal, que queremos que ustedes se den cuenta que existe y que rompan con eso. Eso me cambió todos los días y me sigue cambiando, yo creo que nunca te gradúas de ser feminista, ni de tener la mente abierta, porque es algo que tenemos que hacer. 

El haber crecido en sociedades donde esto impera ¿Crees que nos ponga estas ideas arraigadas en el inconsciente y que nos haga realizarlas muchas veces sin que nos demos cuenta? 

—Sí claro, incluso yo lo he dicho varias veces, yo desde mi ignorancia pude haber violentado a compañeras, desde ese punto de no saber; pero creo que ya estamos en un época y en una generación en la que tenemos mucha información a la mano y que si tú ya con esa información aun así violentas y transgredes la libertad de alguien más, es porque ya ahí sí eres una persona que no le importa. Creo que tenemos que aceptar que la estamos regando, buscar información y cambiarlo. Porque no puede ser posible que con tanta información y que con tantas asesinadas diario, nos sigamos preguntando por qué las feministas rayan, rompen e incendian; pareciera que en México nos molesta más una mujer rayando una pared que un feminicida suelto. 

Eres una de las voces más importantes del movimiento feminista en México ¿Qué responsabilidad te representa? 

—No es tan sencillo hablar de estos temas y no hacer nada, es una responsabilidad de estar presente en el movimiento, de estar haciendo cosas para las compañeras y pues representa también un motivo por el cual despertarme todas las mañanas. Agradezco a la vida y a la existencia que me hayan puesto una garganta con este rango vocal para seguir cantando y alzando la voz. Yo quiero ser como Violeta Parra, cantarles al amor, al desamor; pero también a los estudiantes, a las mujeres y a los compañeros hombres para luchar por un bien común.