Oliver Albert: la escritura como un gusto y ejercicio

A Oliver, un joven oaxaqueño cuya familia se ha dedicado a la creación artesanal, las historias de terror le han servido de impulso para crear sus propios personajes y tramas. Desde la ficción, género que conoció de autores como Julio Verne, con la novela Viaje al centro de la Tierra, ahora se plantea lograr que la gente “llegue a lugares inimaginables”, tal como lo hizo el autor francés con su “pluma y papel”.

“Quiero ser el guía de esas personas”, dice Oliver Albert, quien desde su casa y en medio de la oscuridad se muestra con una sudadera estampada con los rostros de personajes de terror: los asesinos Freddy Krueger o Jason Voorhees.

PREPARA OBRA DE FICCIÓN

Oliver Albert u Oliver Alberto prepara una obra de ficción con la que espera empezar a ganarse “el cariño de la gente”, pero al mismo tiempo forjar una escritura propia como la que el portugués José Saramago plasma en La caverna. Sin embargo, reconoce que si bien nadie puede tener una escritura original, por lo que aspira a tener un estilo propio, basado en las influencias de los autores que admira.

“La escritura que tengo la considero buena, pero la quiero mejorar”, comparte el joven sobre un cuento que aunque todavía no tiene nombre describe como una obra de reflexión.

“Me gustaría que el público la tomara como la de alguien que quiere escribir, no como quien ya es un escritor”, aclara Oliver acerca de la manera en que cree que un autor se gana el prestigio.

“La escritura es intelectual, pero el alma es que las personas se enamoren de lo que escribes”. Con sus historias, Oliver pretende inspirar a la gente de todas las edades, así como él ha quedado fascinado con relatos, cuentos y novelas de ficción, ya sea terror o de misterio, que ha leído desde su niñez. Pero entre las que profesa un gusto especial por el terror, en el que se siente con “muchas libertades creativas”.

FAN DEL TERROR

De pequeño leía mucho drama, como lo escrito por Shakespeare. Pero siempre le gustó el terror, del que se enamoró gracias a las películas de monstruos o las novelas y cuentos de Edgar Allan Poe (autor de El gato negro y El Cuervo) o de Stephen King (escritor de It y Cementerio de animales).

Allan Poe es su inspiración para escribir cuentos de terror, con un nivel al que le gustaría llegar, por su talento para describir lugares. “Por ejemplo, en Los crímenes de la calle Morgue te explica cómo hacer un método deductivo, pero uno no sabe nada de este método, pero él hace creerte que eres un detective, lo sigues y lo sigues hasta que te hace entender que eres el detective. Eso me gustaría hacer, que uno mismo se crea el personaje”.

Oliver, quien aún trabaja en su nuevo cuento, adelanta que este es esencialmente una reflexión, una trama salpicada de las influencias que ha tenido a partir de la literatura, el cine o la música. Y como la concreción de un ejercicio que ha cultivado en la lectura o escritura de historias donde sus personajes cobran vida o se basan en la gente que ve en las calles o en su entorno familiar y cercano.