Recrean vida comunitaria con grana cochinilla
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Arte y Cultura

Recrean vida comunitaria con grana cochinilla

Una exposición con lienzos desarrollados por más de 400 infantes y jóvenes mixes, zapotecas, mixtecas y nahuas serán exhibidos en una exposición el 23 de febrero


  • Recrean vida comunitaria con grana cochinilla
  • Recrean vida comunitaria con grana cochinilla

El resultado es una serie de lienzos pintados con grana cochinilla mexicana (Dactylopiuscoccus). Pero lo más importante, señala Clara Sánchez Hernández, es el proceso en el que han participado más de 400 infantes y jóvenes mixes, zapotecas, mixtecas y nahuas. Para la promotora cultural, esto y el trabajo colectivo o los aprendizajes son lo primordial, aunque algunos de los frutos se compartan el domingo 23 de febrero mediante una exposición y catálogos titulados Grana. De cómo una cochinilla pintó el mundo de colores…

La muestra de lienzos y publicación se compartirán en el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (MACO), al mediodía del domingo que sucede al Día Internacional de la Lengua Materna. Las piezas pictóricas elaboradas por niñas, niños y jóvenes de 7 a 17 años de edad permanecerán en el recinto hasta el 29 de este mes. En ellas se podrán conocer sus visiones sobre la vida comunitaria en poblados de Oaxaca como San Isidro Aloapám (región Sierra norte), Santo Domingo Yanhuitlán (Mixteca) y Tlacolula de Matamoros (Valles Centrales).

«Vas a encontrar cartografías invertidas porque son eso, no es que tengan una lectura al revés y al derecho», aclara la coordinadora del programa “Grana. De cómo una cochinilla pintó el mundo de colores. Cuerpo, territorio, identidad. ‘Lengua y vida-recreación comunitaria’”, desarrollado de abril a agosto de 2019 y apoyado por el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca).

Los lienzos son resultado de «un ejercicio y momento en el que permites que el niño se exprese. Cuando decidan ser artistas, encontrarán a los maestros en su camino», comenta la promotora cultural sobre una parte de la serie de talleres impartidos por ella y sus colegas Dulce Trejo Maldonado y Miriam Aguilar Romero. Además de contar con el apoyo de Davy Caballero López, con quien realizó la investigación que acompaña la memoria pictórica plasmada en el catálogo.

Este ejercicio es uno de participación infantil, pero de fomento de la grana cochinilla, un insecto y parásito que se ha considerado clave en la economía de Oaxaca y el país en tiempos de la Colonia. A partir de este, la promotora cultural intenta que infantes y jóvenes conozcan otros aspectos sobre su comercio por parte de españoles, así como la identidad que se ha forjado en torno a tal insecto.

Aparte de ello, uno de los ejes del programa, según describe la coordinadora, ha sido el de llevar a los niños al autoconocimiento y al reconocimiento de su persona y entorno. «Y eso permite que en el niño aflore sensibilidad, se aprecie, se quiera, se revalore, que recobre confianza».

Este proyecto no es para crear niños artistas, no es la intención, aclara Sánchez Hernández, pues si bien los lienzos son parte del resultado y han sido pintados con el pigmento del parásito, se ha ponderado la posibilidad de que a partir de la grana cochinilla los infantes y jóvenes hurguen en sus memorias y experiencias, y»se reconozcan como personas y reconozcan su territorio. Así generas empoderamiento del cuerpo y territorio. Es darles las pautas de algo que ya tienen. Ellos ya lo tienen, simplemente es esto, de que afloren».

El que la exposición y catálogo se presenten el próximo domingo es para Clara una oportunidad para reflexionar sobre el Día de la Lengua Materna, la que en los padres o abuelos de los menores participantes han sido de tipo indígena, pero que en ellos se ha dejado de transmitir, por lo que tienen como lengua materna al español. Por eso la intención de que en sus talleres se abordaran otros aspectos de la identidad ligados a la grana cochinilla o de sus entornos, para «que ellos vean que tiene un patrimonio hermoso y valioso como la lengua de sus abuelos y padres».
Ellos toman la palabra a través del color, subraya.

De identidades, carencias y preocupaciones

En los talleres que dieron como resultado la muestra y catálogo, Sánchez Hernández señala que observó a infantes preocupados por el agua, como los que habitan en Santo Domingo Yanhuitlán, en la región Mixteca. «Ellos saben, por sus abuelos y papás, que ya no hay agua».

Para la promotora cultural, los ejercicios de esta serie de talleres permiten que las y los niños tomen conciencia de su vida y entorno. «Tenemos niños que nos hablan que han perdido sus semillas originarias como las del maíz». Otros refieren que la tierra ya no es fértil. «En el mismo Yanhuitlán me encontré que es un lugar donde se usa gran cantidad de fertilizantes y pesticidas», ahonda.

Otros temas y problemas que se reflexionaron es el de la migración, de cómo cada vez hay menos habitantes en el pueblo. «Pero es bonito cuando los niños ven que se acerca la fiesta o ha pasado y tienen la esperanza de que van a venir los que se fueron».

El trabajo se desarrolló en el año 2019 y giró en torno a la grana cochinilla. Sin embargo, se funda en la trayectoria de más de 22 años de Clara en la generación de talleres con metodologías de acompañamiento para las infancias y de capacitación a docentes y promotores culturales.

“Grana. De cómo una cochinilla pintó el mundo de colores. Cuerpo, territorio, identidad. ‘Lengua y vida-recreación comunitaria’” es un programa desarrollado de abril a agosto de 2019, con tres talleres a las niñas, niños y jóvenes participantes en el proyecto “Cuerpo y entorno comunitario”, que tuvo como objetivo la estimulación del juego y el desarrollo de las capacidades creadoras. Otro de los resultados fue una animación visual colectiva.

Los talleres contemplaron temas como el conocimiento del cuerpo, qué significa habitar el territorio, lo que es la comunidad y la identidad, entre otros aspectos.

«Nos dan recurso y tenemos una salida que es un libro y una exposición, pero lo más rico son las cosas que se viven. Uno aprende muchas cosas estando en comunidad. Yo diría que de la colectividad también recibo bastante porque los niños me ilustran, me cuentan, me tienen confianza. Y esta es una manera de regresarles algo a quienes participaron en el proyecto, porque es un esfuerzo colectivo. Por eso los ejemplares del catálogo son de distribución gratuita», reitera Sánchez.


aa