Rame Cuen regresa a un lugar seguro
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Arte y Cultura

Rame Cuen regresa a un lugar seguro

El autor vuelve al aprendizaje tenido con Mary Ellen Mark y desde ahí explorar temas como territorio, marginación y cuidado del medio ambiente.


  • Rame Cuen regresa a un lugar seguro
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En una esquina, un trozo de madera delimita y muestra lo que es un metro cuadrado de la tierra próxima al Río Atoyac. Como si se tratara de una diagonal, y tras una pared donde se da la bienvenida a la exposición, una fotografía dedica el trabajo a la fallecida fotógrafa Mary Ellen Mark. Con ambas propuestas, el artista Rame Cuen regresa a sus aprendizajes y a sus exploraciones. Y comparte ese retorno con el nombre de Un lugar seguro.

La exposición que se presenta en la galería principal del Centro Cultural San Pablo, en la ciudad de Oaxaca, reúne el trabajo documental del autor. A través de fotografías, videos, esculturas e instalaciones, el autor nacido en 1976 reflexiona sobre las ideas que han dado vida a la ciudad de Oaxaca, en la que un río aún la atraviesa, aunque con graves problemas causados por la contaminación.

Apoyado en la familia Martínez Martínez, quien ocupó una parte del Río Atoyac, en torno a la zona de bodegas de la Central de Abastos, Rame recrea no sólo parte de la vida de los integrantes, sino en cómo se piensan las ideas de territorio o de hogar y vivienda, que en el caso de la familia tenía que ver con la venta de huacales.

“La base conceptual de este trabajo no intenta la recomposición de una anécdota, sino que, a través de la red de relaciones históricas, sociales, políticas y personales que proponen esta pieza. Cuen cuestiona la idea hegemónica de territorio tanto en la representación última de la pieza como en la misma noción de lo que estamos acostumbrados a vivenciar como modelo expositivo, uno más entendible y delimitado”, señala el poeta Efraín Morales, quien acompaña la muestra con un texto en el que analiza el trabajo del autor y los elementos de este.

Asimismo, que en ella el autor “hace un guiño a la empatía a manera de invitación a mirar más allá y a desmitificar lo que pasa alrededor del Atoyac”, un afluente que ha sido objeto del descuido de la población.

Con esta exposición abierta hasta abril en la galería del Centro Cultural San Pablo, el artista también retoma su experiencia en la fotografía, en la que se formó con Mary Ellen Mark.