Oso LC: "la soledad es maravillosa"
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Arte y Cultura

Oso LC: “la soledad es maravillosa”

La artista presenta una retrospectiva de su obra, en la que conviven dos personajes, un oso y una niña


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Nunca se propuso tener un amigo imaginario. Para Oso LC, estar a solas era muy fácil. Su niñez como hija única se lo había enseñado, como también lo habían hecho los muebles y los adultos con quienes vivió esa etapa.

Sabía que en ellos estaba ese primer mundo del que aprendería lo necesario para el exterior. Lo que sí le pasó, ya de universitaria, fue haber pensado que todo ese tiempo sola era algo negativo. Ahora que hace una retrospectiva de su trabajo, vuelve a su infancia para percatarse de que no, que esa experiencia, por el contrario, fue maravillosa.

“Siempre es bien visto que los niños estén con otros, que convivan. Y como yo no tenía esa facilidad porque mi familia no está aquí ni tenía primos cercanos ni hermanos, siempre era de: ¡Ay, está sola, pobrecita!”, narra la artista oaxaqueña.

Con la exposición Oso en retrospectiva, la autora retoma a la soledad, un tema y circunstancia que muchas veces se percibe negativa o que está ligada a la vida en solitario. Sin embargo, en su percepción, no lo es. Para Oso LC, la mayoría de las personas ven más difícil el estar a solas, pues con la idea de que la soledad es mala, se tiende siempre a buscar la compañía, a “ser aceptados o estar en grupos”.

Es esto último lo que podría conducir a la codependencia y hacer que en otras etapas de la vida no se resista el estar consigo mismo, explica. “No existe un amor propio, un amor al propio tiempo, a estar consigo mismo, sino que se da un miedo, miedo de descubrirse”.

Mediante un oso y una niña, la autora recrea un mundo en el que la soledad es la oportunidad para que la niña descubra su propio cuerpo y los cambios en él, así como las modificaciones en su entorno y vida. La casa, ese hogar donde transcurren las escenas, se mira como un cuerpo más, como una extensión de la personalidad “Habitamos nuestro cuerpo, habitamos una casa, y al habitarla hacemos que los muebles sean parte de un cuerpo”, detalla Oso sobre el pensamiento llevado a 9 grabados y 15 pinturas.

Las piezas están expuestas al público desde este 8 de agosto en la biblioteca del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (Avenida Juárez 203, Centro Histórico de la ciudad).

La casa, ese “primer universo que descubrimos socialmente”, es también el primer acercamiento al mundo, pero en el cual “podemos hacer un montón de cosas y salir ya entrenados”, cuenta la artista. Oso en retrospectiva muestra una labor iniciada en sus años como universitaria, con dos personajes que se remiten también a la pérdida tenida en su vida, y con los cuales ha tratado de contraponer la debilidad y la fuerza. Así, ambos aparecen en espacios cotidianos de la casa.

“Retomo lo de la infancia, las soledades infantiles”, cuenta la joven. En su trabajo, el oso no se refiere a una persona, sino a un conjunto de voces y personas que le han acompañado en la vida. “Es como toda esa templanza que quisiera llegar a tener, el ideal alcanzado”.

Vamos creciendo y dejando amigos, personas y cosas, que se pueden reunir en un personaje, el oso, del que sale ese rugido de liberación, reflexiona la autora. Es, también, el lazo que comunica a la niña con el mundo, con el que puede entender su existencia.

Por ahora, la muestra es un tributo al tema que ha desarrollado por varios años y del que partió su tesis (El oso, la niña y el bosque; poética pictórica autorreferencial). La labor seguirá evolucionando, pero es hora de que el tema siga su camino, cuenta quien ha ahondado el estudio de uno de sus personajes, el oso, con el libro El oso: Historia de un rey destronado, de Michel Pastoureau, uno que lo relaciona por su semejanza con la humanidad, y que parece seguir en la vida de las personas, ahora en forma de un peluche.