El señor jícara aboga por la conciencia ambiental

A Olegario Hernández le causa tristeza que en los pueblos indígenas no se respete a los animales o a las plantas y otros seres distintos a los humanos. “A veces uno va por el monte (el campo) y ve a un oso hormiguero tirado, al que nada más matan para tener sus garras, por alguna creencia”, externa el autor originario de Pinotepa de don Luis, una comunidad de la región Costa de Oaxaca, que se ha distinguido por sus textiles teñidos con caracol púrpura y el tallado de jícaras.

Preocupado por estas situaciones y el actuar de la humanidad, el grabador intenta que desde las artes se genere un cambio de pensamientos y se respete la vida de seres como estos. Asimismo, que especies en peligro de extinción, como el jaguar, no sean cazadas.

“En los pueblos, me da tristeza porque la gente muchas veces no respeta a los animales y, como trae armas, le tira a los que ve”, dice Hernández, quien lleva esta problemática y preocupación a la exposición Ra’a yachí kanú /El señor jícara grande. De junio a septiembre de este año, las jícaras decoradas y los grabados del autor se muestran en la sala María Sabina, del Museo Nacional de Culturas Populares, en la Ciudad de México.

En ella, el egresado de artes plásticas de la Universidad de Guadalajara reúne jícaras decoradas y grabados “con elementos florales y representaciones de animales en peligro de extinción”. La muestra “aborda la problemática de la explotación comercial descontrolada de la flora y la fauna en los territorios de las comunidades indígenas”, señala en un comunicado la Secretaría de Cultura, de la que depende el museo.

La exposición abarca representaciones de jaguares, búhos, águilas, iguanas y cocodrilos, entro otros que son cazados o asesinados por diversos motivos, señala Hernández, entre ellos las creencias respecto a los beneficios de algunas de sus partes o por la belleza de estas, como sucede con las águilas y los búhos.

Llamar la atención sobre estos temas y apelar a la conciencia ecológica, para que no se sigan cazando especies como estas, esa es la intención del grabador que desde temprana edad buscó aprender el oficio de la talla de la jícara, característico de Pinotepa de don Luis.

Otra de las intenciones de la muestra es “promover la jícara en su sentido utilitario, como recipiente para ingerir bebidas utilizado desde tiempos prehispánicos y con ello contribuir a la erradicación del consumo de plásticos”.