“El arte es un reflejo de la sociedad”: Raúl Pineda Arce
El ganador del primer lugar en la Bienal Shinzaburo Takeda lleva a la gráfica los ecos de la violencia y la muerte
En el sexenio de 2006-2012, cuando se da la llamada “guerra contra el narcotráfico”, Raúl Pineda Arce era un niño al que le tocó vivir la violencia desatada en ese periodo, en especial tras la muerte, en Cuernavaca, del capo Arturo Beltrán Leyva (en 2009). “Uno de mis amigos muere a raíz de un acto violento”, recuerda el artista oriundo de aquella ciudad de Morelos y ganador del primer lugar en la sexta Bienal de Artes Gráficas Shinzaburo Takeda.
Aquel joven que conoció Raúl no sería el único muerto en medio de la violencia en aquella ciudad, varios más de su círculo serían tocados, al punto de preguntarse entre ellos, ¿quién va a alcanzar al que murió?
“Yo nunca pude alcanzar a ninguno de mis amigos que murió porque me salí de las calles, me puse a dibujar y a pintar”, cita Raúl sobre la vivencia que detonó Nunca te pude alcanzar. Con estagráfica, el joven de 22 años, que habita en una zona considerada foco rojo, se hizo acreedor al mayor premio de la bienal surgida en honor al artista japonés radicado en Oaxaca.
Para Pineda Arce, esta pieza está muy vinculada a su obra, una que define como inclinada al expresionismo y con “cierto contenido de violencia y de decadencia de los sentimientos”. El arte, ahonda, es un reflejo de la sociedad, de ahí que los artistas tengan la responsabilidad de mostrar “cómo se está gestando la sociedad de nuestro tiempo”.
Aunque ya había expuesto su obra en el país y en el extranjero, Raúl Pineda nunca se había involucrado en certámenes. Con Nunca te pude alcanzar obtuvo recientemente el primer lugar en la bienal de la que el fin de semana se otorgaron los premios y se inauguró la exposición itinerante.
La pieza parte de una experiencia personal, pero venía desarrollándose desde antes de participar en la bienal. Está, además, vinculada a los inicios de Pineda en el arte, una disciplina que como niño y adolescente le sirvió no sólo para escapar de la violencia, sino para explicarse la realidad, a partir de anécdotas y dibujos.
En este año, la bienal recibió 472 piezas de igual número de participantes, en técnicas como xilografía, aguafuerte, linóleo, litografía, punta seca y mezotinta. La exposición se inauguró el pasado sábado en el Museo de los Pintores Oaxaqueños (Mupo) y recorrerá de 2019 a 2021 estados como Veracruz, Durango y Querétaro.
