"Ya me voy a dedicar a pintar": Toledo
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Arte y Cultura

“Ya me voy a dedicar a pintar”: Toledo

En su reciente exposición, que se inauguró el pasado viernes, el artista Francisco Toledo recurre a la memoria, a los libros y a la tradición oral.


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A sus 78 años, el maestro Francisco Toledo hace un balance y ve cómo ha invertido varios años de su vida a causas relacionadas con la educación y el rescate del patrimonio natural y cultural de Oaxaca. A las lenguas indígenas, una de las áreas que ha impulsado a través de premios como los que presentó la tarde del jueves, dice, no se enfocará tanto. “Ya le he dedicado parte de mi vida, ya me queda tan poquito que me voy a dedicar a pintar”, apunta.

Entre las decenas de cuadros que conforman una parte de su exposición Francisco Toledo, obra reciente, el autor reflexiona sobre lo dicho y aclara que aun así apoyará tal causa. “Claro, el hecho de que pinte y si se vende lo que pinto, haremos con ese dinero algún proyecto”.

Quien ha visto al racismo como una de las principales causas para que se deje de hablar en una lengua originaria detalla su pensar y se remite a Yalitza Aparicio, la oaxaqueña con raíces triqui y mixteca, nominada como mejor actriz en los premios Oscar.

“¿Usted sabe por qué la gente no quiere hablar su lengua? ¿Ha visto el fenómeno de esta actriz mixteca que aparece (en Roma)? Le han llovido cosas de racismo. Es lo mismo, la gente cómo le han llovido cosas de racismo, es lo mismo. La gente no quiere mostrar que viene de una comunidad, que habla una lengua indígena, se quita los huaraches y se pone tenis, y se pone gorras hacia atrás; entonces, es un poco, y creo que todo eso lo ha propiciado la escuela. En la escuela te enseñan que México es un país que tiene un himno, que tiene una lengua, una constitución. Ya borran todo lo que tú traes.

– ¿Es un sistema educativo obsoleto, tendría que renovarse?
-Claro, y no hacer pensar, desde pequeñito, que tú eres inferior porque vienes de una comunidad. Todos los niños pueden aprender lo que sea, pero si a usted de pequeñito le están diciendo: ‘cállate la boca, eso te va a impedir que hables bien el castellano, el francés o el inglés’… los niños terminan creyendo que son inferiores.

-¿Hace falta para México un sistema educativo nuevo?
-Pues acabar con las secciones 22, 23, 24…
Para el artista, activista y promotor cultural, su trabajo en temas como las lenguas originarias es uno de equipo. “No solo soy yo, está Sara (López Ellitsgaard), están Gina (Mejía), Ana (Hernández), está (Daniel) Brena. Todos trabajamos un poco y (eso) me ayuda mucho porque ya puedo dedicarme un poco más a mi trabajo, estar en casa, y solo cuando hay que aparecer, aparezco”.

Toledo, quien como algo inusual ha accedido a un encuentro con medios para platicar de su exposición y dedicar una hora para la convivencia y preguntas, explica –casi una por una- las piezas que alberga la bodega Quetzalli. Las decenas de cuadros son resultado de un ejercicio de escritura hecho para la revista Proceso, y que, como lo hecho con la publicación El Comején, tenían como intención alentar la lectura entre la juventud, a partir de las recomendaciones del artista fundador de la biblioteca del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca.

-¿Cómo fue escribir y pintar, el compartir incluso cosas personales en sus textos?
-Escribí las introducciones o a veces las dictaba, y Gina (Mejía) las transcribía; ahí se nota que mi castellano es medio, medio. Realmente no hice un gran esfuerzo como escritor, nada más quería recordar e ilustrar y eso era todo. Tampoco por qué las manos azules del abuelo, el dedo que quita la virginidad, el gesto de hacer higas, todo eso, no sé. El tema está ahí dado, no sabría decir si hay una relación entre todo.

-¿Volvería a escribir?
-Sí, creo que sí

Como si se trata de cosas inseparables, Francisco Toledo señala que en su trabajo siempre ha habido imágenes de la tradición oral y de la escrita. En parte, por la añoranza vivida en los años 60, cuando viaje y permanece en París, Francia. “Tenía cierta nostalgia por la casa, de Juchitán, de los abuelos, entonces me dedicaba mucho a recordar las imágenes del abuelo matando cochinos y eso lo dibujaba. Literatura y pintura, pero juntas; (como una) amistad o algo así.

-¿Ahora qué le causa nostalgia?
-No siento mucha. Pues, digo, los familiares que se fueron, los abuelos, las tías, toda esa generación de juchitecos. Mi papá tendría la edad de Andrés Henestrosa (de cuando murió). Era una generación con la lengua, con una inteligencia, sentido del humor, que se ha perdido mucho. Eso a veces se extraña, (también los) recuerdos de chistes y juegos de palabras.

UNA FIESTA PARA OAXACA

Previo a la apertura de la exposición, Graciela Cervantes, directora de la galería Quetzalli, señala que este día es uno de fiesta, tanto para la galería como para Oaxaca. Lejos de hablar o calificar la obra del autor, prefiere referirse a él, a legado en Oaxaca, principalmente en una ciudad donde aprecia un antes y un después a partir del artista.

“¿Qué ha hecho Francisco Toledo en la ciudad? La ha convertido en un museo vivo. Si ustedes quieren ver obra gráfica, van al Instituto de Artes Gráficas; si quieren ori música, pueden escuchar toda la selección que tiene la Fonoteca Eduardo Mata; si quieren ver fotografía, está el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo; si quieren ver pintura, él creó el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca; si quieren leer, creo que Oaxaca tiene, gracias a él, la biblioteca más importante en artes plásticas, de toda América Latina, sin temor a equivocarme”.

La exposición Francisco Toledo, obra reciente, abrió al público la noche del pasado viernes, en dos sedes: la bodega y la galería Quetzalli (la primera en Murguía 400 y la segunda en Constitución 104-1; ambas en el centro histórico de la capital). Fue curada por la también artista Trine Ellitsgaard, esposa del autor. A través de 110 piezas, entre autorretratos, obras por encargo y otras para ilustrar fragmentos de libros y relatos de la tradición oral, Francisco Toledo comparte el trabajo hecho desde agosto de 2016 hasta diciembre de 2017 para su columna Toledo lee, publicada en esos mismos años en la revista Proceso.

Asimismo, otras piezas hechas para la revista El Comején, fundada por él mismo.

En la parte de autorretratos, se incluyen obras recientes que dan cuenta de una constante en su obra, además de una continuación a la serie Naa Pia’ (Yo mismo) presentada en 2017 en el IAGO y que en 2018 compartió en la Ciudad de México.