Alfarería, conjunción de utilidad y belleza
La muestra sirve para conocer algunas de las técnicas en el moldeado.
De la tierra, los artesanos de Oaxaca obtienen la materia para los platos, cazuelas, tazas y demás objetos en que se cocinarán y servirán los alimentos. También aquellos que serán usados con fines rituales o simplemente para decorar. De esta forma, el oficio más antiguo del país, la alfarería, se conecta con la alimentación, las ceremonias y la belleza.
Decía el escritor mexicano Octavio Paz que “en la artesanía hay un continuo vaivén entre utilidad y belleza” y que ese vaivén tiene un nombre: placer. “Las cosas son placenteras porque son útiles y hermosas”.
A fin de resaltar estas facetas y cómo las piezas surgidas del barro también expresan los conocimientos ancestrales de un pueblo y su conjunción con las tendencias actuales, se presenta la exposición Utilidad y belleza, en el Centro Cultural San Pablo.
En ella se reúne el trabajo de varias familias y comunidades artesanas, principalmente de los Valles Centrales. Este trabajo aprendido y ejercido por varias generaciones de alfareros incluye platos, vasijas, tarros, cazuelas, así como objetos decorativos y ceremoniales hechos en barro.
La muestra sirve además para conocer algunas de las técnicas en el moldeado y quema del mismo.
Utilidad y belleza reúne piezas creadas por artesanos de San Bartolo Coyotepec (a través del barro negro), San Marcos Tlapazola (barro rojo), Santa María Atzompa (barro verde) y Santa María Tavehua (barro naranja), que son solo algunas de las comunidades dedicadas a la alfarería, un oficio del que surgen artesanías que Paz reconoce no sólo por estar ligadas a las necesidades de alimentación, sino de recreación.