El sur de la Zona Metropolitana de Oaxaca será escenario de una importante transformación vial. Con una inversión histórica de 500 millones de pesos, el Gobierno del Estado ha dado inicio a la construcción de una moderna carretera que conectará desde la Ex Garita hasta el Aeropuerto Internacional de Oaxaca, bordeando las márgenes del Río Atoyac. Se trata de un proyecto que, según el gobierno estatal, no solo mejorará la movilidad, sino que busca reconfigurar el desarrollo urbano, económico y ambiental de la región.
UNA RESPUESTA A AÑOS DE DEMANDAS CIUDADANAS
El arranque de esta obra fue encabezado por el gobernador Salomón Jara Cruz, quien destacó que se trata de una demanda largamente esperada por los habitantes de Santa Cruz Xoxocotlán, uno de los municipios con mayor crecimiento poblacional de la entidad. Más de 800 mil personas se verán directamente beneficiadas con esta vialidad, que brindará una ruta alterna de acceso a la ciudad capital y su zona comercial más importante.
“La transformación se logra con hechos y esta carretera es una muestra de ello. Nunca antes se habían destinado 10 mil millones de pesos en obras públicas en tan solo dos años de gobierno en Oaxaca”, declaró Jara Cruz al lanzar el proyecto.
CARRETERA CON CICLOVÍA, BANQUETAS Y OBRA HIDRÁULICA
El nuevo tramo vial contempla 3.1 kilómetros pavimentados con concreto hidráulico, cuatro carriles, una ciclovía de tres metros y banquetas amplias de 1.5 metros. Además, se modernizará la infraestructura urbana: se reubicarán postes eléctricos, se instalará drenaje pluvial y sanitario, así como bocas de tormenta para evitar inundaciones, una problemática recurrente en la zona.
Según explicó el titular de la Secretaría de Infraestructuras y Comunicaciones (SIC), Carlos Vichido Hernández, esta obra también tiene un enfoque integral, pues considera el encauzamiento del Río Atoyac para prevenir desbordamientos y promover un crecimiento urbano más ordenado.
¿REALMENTE MODERNIZACIÓN O SÓLO ASFALTO?
Aunque la iniciativa ha sido bien recibida por sectores empresariales y autoridades municipales, especialistas en urbanismo y gestión del agua advierten que la modernización no debe limitarse al pavimento. Alertan que las obras hídricas en cauces como el Atoyac deben ejecutarse con un enfoque ecológico y no solo funcional, evitando replicar errores del pasado como el entubamiento de ríos o la expansión descontrolada en zonas de riesgo.
Además, se espera que el gobierno estatal garantice transparencia en la licitación, seguimiento ambiental y participación ciudadana, para evitar que esta obra se convierta en una intervención con impacto limitado o efectos secundarios no previstos.
BENEFICIOS POTENCIALES: DESARROLLO Y DESCONGESTIÓN
Entre los beneficios que se proyectan está el alivio a la saturada avenida Símbolos Patrios y al boulevard Nuu Ita Nuyoo, principales arterias de conexión entre Xoxocotlán y la Villa de Zaachila. Se espera también un impulso al turismo, dado el fácil acceso que ofrecerá al aeropuerto, y una mejora significativa en tiempos de traslado y seguridad vial.
UNA OBRA QUE ABRE CAMINO… PERO QUE DEBE IR MÁS ALLÁ DEL ASFALTO
La nueva carretera promete ser un motor de conectividad para una de las zonas con mayor rezago en infraestructura de la capital oaxaqueña. No obstante, el reto del gobierno será que esta inversión no se quede en la superficie. Urbanistas y ambientalistas subrayan la necesidad de acompañar estas obras con políticas de ordenamiento territorial, respeto ambiental y movilidad sustentable.
Porque una carretera no sólo conecta puntos en un mapa: puede también conectar a Oaxaca con un nuevo modelo de desarrollo si se ejecuta con visión integral y responsabilidad social.