La reestructuración de Petróleos Mexicanos (Pemex), bajo una renovada visión de integración vertical, implicará un profundo cambio organizacional que incluye la liquidación de al menos 2,964 empleados de confianza, reveló un documento interno al que tuvo acceso El Financiero. Esta medida, que busca optimizar recursos y funciones en la empresa productiva del Estado, tendría un costo superior a los 4 mil millones de pesos en liquidaciones.
A pesar de su envergadura, la compañía dirigida por Víctor Rodríguez ha optado por guardar silencio. El departamento de comunicación social de Pemex no emitió comentarios sobre el contenido del documento ni sobre los efectos esperados de la reestructura.
Despidos millonarios y recortes estratégicos
La nueva estrategia de integración vertical arrancó oficialmente el pasado 18 de marzo, impulsada por la entrada en vigor de la legislación secundaria en materia energética. Como parte de esta transformación, Pemex buscará reducir su presupuesto operativo de 37 mil 331 millones de pesos en plazas de confianza en un 28.11 % para 2026, lo que se traduce en un ahorro de 10 mil 494 millones de pesos.
Este ajuste afectará exclusivamente a trabajadores de confianza. Los empleados sindicalizados, según el documento, no serán tocados, lo que refuerza el pacto de no confrontación con el Sindicato Petrolero.
Rediseño institucional: ¿eficiencia o reacomodo?
El rediseño estructural también implicará una cirugía organizacional mayor:
- Se eliminarán: 1 dirección, 10 subdirecciones, 7 coordinaciones y 34 gerencias.
- Se crearán: 1 nueva dirección, 5 subdirecciones, 1 unidad, 2 coordinaciones y 17 gerencias.
- Se transferirán: 6 subdirecciones, 3 coordinaciones y 33 gerencias.
- Se reducirán: 2 áreas, 2 subdirecciones y 5 gerencias adicionales.
Este reacomodo genera dudas: ¿realmente se busca eficiencia o se trata de una simple redistribución de cargos? Algunos analistas señalan que la creación de nuevas áreas podría contradecir el discurso de austeridad y eficiencia.
Dónde Pemex espera ahorrar más
Los supuestos ahorros que Pemex prevé alcanzar por la reestructura suman 18 mil 560 millones de pesos, provenientes de tres fuentes principales:
Optimización operativa (5,251 mdp):
Incluye cancelación de plazas (3,522 mdp), coberturas de 2025 (300 mdp), reducción de viáticos (1,017 mdp), ajustes por tiempo extra (174.5 mdp), y eliminación de actividades de riesgo (199 mdp).
Rediseño estructural (5,243 mdp):
Resultado del análisis de funciones, procesos y estructuras.
Programa de austeridad (8,066 mdp):
Incluye recortes por coberturas temporales (6,766 mdp) y vacantes sindicalizadas (1,300 mdp).
Gas licuado y otras apuestas del “nuevo Pemex”
Además de los recortes y reestructuras, Pemex estudia proyectos de desarrollo de gas licuado en distintas zonas del país, como parte de su estrategia de diversificación energética. Aunque aún no se revelan detalles específicos sobre las ubicaciones, la intención es clara: ganar terreno en un mercado en auge.
¿Un Pemex más eficiente o simplemente más delgado?
La transformación de Pemex ocurre en un contexto de fuertes presiones financieras, baja producción y creciente competencia en el sector energético. Aunque los ahorros proyectados suenan ambiciosos, los críticos alertan sobre los riesgos sociales de despidos masivos y las posibles contradicciones en la creación de nuevas plazas.
La falta de comunicación oficial por parte de la empresa estatal genera más preguntas que respuestas. ¿Está realmente preparada Pemex para una reestructura de esta magnitud? ¿Se trata de una estrategia de largo plazo o una respuesta coyuntural a las restricciones presupuestarias?
Por ahora, lo único cierto es que miles de trabajadores perderán su empleo en nombre de una eficiencia que aún debe demostrar sus frutos.
Con información de El Financieros