“Dios te reciba con los brazos abiertos, Adal. Vuela alto, compañero. Tu historia ya es parte de la historia grande del mar.” Es la sentida despedida que sus paisanos Ikoot le dieron ayer por la tarde al cuerpo del marino Adal Jair Maldonado Marcos, originario de San Mateo del Mar, quien recibió un homenaje de los habitantes de su comunidad y el martes fue sepultado en el panteón municipal de su comunidad.
Jair Maldonado perdió la vida en el accidente del buque Cuauhtémoc, que chocó contra el puente de Brooklyn en Nueva York. Ahí también perdió la vida la cadete veracruzana América Yamileth y ambos fueron velados y sepultados casi simultáneamente en sus lugares de origen.
Mujeres de coloridas blusas y amplias faldas istmeñas acompañaron al joven cadete fallecido a su última morada. Con respeto, en silencio, con voz bajita, apagada, recordaron al joven que cumplió su sueño y entregaron palabras a sus familiares para confortarlos en su duelo.
Adal Jair Maldonado Marcos de sangre ikoot. “Su sueño era ser marino y zarpar en el buque Cuauhtémoc y lo logró” contaron quienes vieron su lucha y esfuerzo para lograrlo.
“Nuestro paisano ya no regresara, pero su historia sí, y merece ser contada” describe la página de internet “zona ikoots”. Tanto el féretro de Yamilteth, en Xalapa, con el de Jair, en San Mateo del Mar, fueron revestidos con la bandera mexicana. El lábaro patrio de verde, blanco y rojo, con el escudo nacional, los acompañó hasta que sus restos fueron depositados en el cementerio.
La crónica de una periodista señala que “en San Mateo del Mar el mar es sagrado y para los jóvenes ser marinero es uno de los oficios más importantes, también hay quienes ingresan al colegio naval para reafirmar que del mar son y el mar se los llevará en su momento, como ahora ocurrió con Adal Jair”, explicó en una página web del Istmo de Tehuantepec.
En Zona Ikoots el sentido homenaje le entregó sentidas palabras: “era uno de esos jóvenes que aún creen en algo más grande que ellos mismos. No murió en combate. Pero murió sirviendo. Y eso también es dar la vida por el país. México, Oaxaca y San Mateo del Mar pierden a un joven valiente, siempre con la moral en alto. Adal ya no regresara. Pero su historia sí. Y merece ser contada y fuente de inspiración para muchos jóvenes”.
Adal Jair Maldonado Marcos vivió en el mar y para el mar: era marino en toda la extensión de la palabra. De 23 años de edad, era marino. La mañana de ayer, relatan páginas periodística, el cuerpo fue velado en su domicilio ubicado en el centro del pueblo de San Mateo del Mar. Posteriormente, amigos de la infancia lo acompañaron con ofrendas florales al templo de San Mateo Apóstol, donde se celebró una misa de cuerpo presente”.
Desde antes que sus familiares recibieran su féretro, la casa de Jair se lleno de flores, de coronas que, dolientes, esperaron al hijo del mar. Tras salir de la vivienda humilde el cortejo fúnebre se detuvo en el palacio municipal
“Definitivamente todos estamos decaídos. Es un caso fortuito, estamos tristes. Lo mínimo que podemos hacer es facilitarle las cosas a la familia”, expresó la autoridad municipal.
San Mateo del Mar pertenece a la etnia ikoots, su lengua originaria es el huave, y se localiza a 30 kilómetros del puerto de Salina Cruz, entre la zona lagunar del Istmo de Tehuantepec y el océano Pacífico.