La violencia volvió a sacudir al Istmo de Tehuantepec este domingo. Luego de que un hombre fue salvajemente atacado a machetazos en plena vía pública, en un hecho que evidencia el creciente clima de inseguridad en la región. El suceso ocurrió alrededor de las 15:00 horas en la colonia Nuevo Progreso Petapa, cerca del jardín de niños de la zona.
LOS TESTIMONIOS
De acuerdo con testimonios de vecinos, sujetos no identificados golpearon y agredieron con un machete a la víctima, dejándola gravemente herida en el suelo. El ataque fue brutal y, según relatan los habitantes, la víctima permaneció tendida por más de una hora, desangrándose sin que nadie se acercara a auxiliarla.
“No sabíamos qué había pasado, y la gente tiene miedo. Nadie quiere meterse, no sabemos quiénes fueron”, comentó un residente que pidió no revelar su identidad.
Fue hasta después de las 16:00 horas cuando una ambulancia llegó al lugar. Los paramédicos atendieron al hombre y lo trasladaron de urgencia a un centro médico. Hasta el cierre de esta edición, no se ha confirmado su identidad ni su estado de salud.
SILENCIO POR MIEDO: LA OTRA CARA DE LA VIOLENCIA
El hecho se suma a una serie de episodios violentos que han puesto en jaque a comunidades del Istmo. Donde la presencia de grupos delictivos y la falta de respuesta inmediata de las autoridades han generado un ambiente de temor, desconfianza y desprotección entre los ciudadanos.
La brutalidad del ataque, y el tiempo que la víctima pasó tirada sin auxilio, retratan con crudeza la deshumanización que el miedo ha sembrado en muchas colonias.
“Esto pasa a plena luz del día, frente a un kínder, y ni así hay vigilancia ni se detiene a nadie. ¿Hasta cuándo?”, expresó una madre de familia de la zona.
AUTORIDADES INVESTIGAN, PERO SIN RESULTADOS INMEDIATOS
La policía local y la Fiscalía General del Estado de Oaxaca ya han iniciado una investigación para identificar a los responsables del ataque. Sin embargo, no se ha realizado ninguna detención ni hay datos oficiales sobre los posibles móviles del crimen.
Aunque las autoridades han reforzado el discurso de combate a la violencia en la región, la respuesta operativa sigue siendo insuficiente, sobre todo en comunidades alejadas de las cabeceras municipales.
Finalmente, este caso vuelve a poner sobre la mesa la urgencia de mayor presencia policiaca, protocolos efectivos de atención inmediata y una estrategia real de seguridad comunitaria en el Istmo de Tehuantepec. Una región que cada vez se tiñe más de sangre y silencio.