El Hospital General “Dr. Aurelio Valdivieso” cumple 60 años de historia este 5 de mayo de 2025, una fecha que debería marcar una celebración por su invaluable servicio a la población oaxaqueña. Sin embargo, no hubo pasteles, discursos, ni siquiera una felicitación oficial. La efeméride pasó en silencio, como si no hubiera nada que conmemorar. Y quizá, como muchos de sus trabajadores lo admiten, no lo hay: el hospital llega a su sexta década sumido en uno de los momentos más críticos de su existencia.
SU FUNDACIÓN
Fundado en 1965, el Valdivieso es un hospital de segundo nivel con una responsabilidad médica que abarca aproximadamente a 859 mil 460 habitantes, en su mayoría sin acceso a seguridad social. Cuenta con 180 camas censables y 60 no censables, y es centro de referencia para 15 hospitales generales, 750 centros de salud, 20 Unidades de Especialidades Médicas y 19 hospitales más. Es, en términos reales, el pilar de la salud pública en Oaxaca.

Pero tras décadas de servicio, de atender epidemias, pandemias, partos y urgencias de todo tipo. Lo que queda del Hospital Civil no es un motivo de orgullo, sino una dolorosa postal del abandono institucional. Las quejas de sus trabajadores son constantes y justificadas: falta de medicamentos, escasez de especialistas, material quirúrgico insuficiente, fallas recurrentes en el suministro de agua y energía eléctrica, elevadores fuera de servicio y cuneros sustituidos por cajas de cartón para recién nacidos.
“No hay nada que festejar. El Hospital está muy mal y estamos en constantes riesgos. No seríamos coherentes si festejáramos y las autoridades lo saben”, afirmó una trabajadora con resignación.
EDIFICIO CON VIDA ÚTIL AGOTADA
El inmueble, ubicado en la colonia Reforma, ha sido declarado por las propias autoridades como un edificio con su vida útil agotada. Las remodelaciones que actualmente se ejecutan —y que durarán al menos cuatro meses— no han hecho más que agravar la saturación de los servicios. Las camillas ocupan pasillos por la falta de espacio, los pacientes esperan en condiciones indignas y el personal labora a marchas forzadas. Mientras tanto, los responsables guardan silencio.
“No es nada oculto para nadie que la situación que vive el Hospital Civil es lo que menos importa ahora”, denunció otro trabajador que pidió el anonimato.
EN EL OLVIDO
El contraste entre la misión del hospital —cuidar la vida de los más vulnerables— y la realidad que enfrenta es brutal. Mientras en otros años se celebraban aniversarios como un gesto de gratitud hacia el personal y la historia de este nosocomio, hoy prevalece el olvido. La omisión gubernamental, coinciden médicos y enfermeros, se ha vuelto estructural. No hay presupuesto suficiente, ni voluntad política clara.
A 60 años de abrir sus puertas por primera vez, el Hospital Aurelio Valdivieso sigue en pie, como un roble herido, maltratado por el tiempo y la desidia. Sus muros han visto nacer y morir a miles, han resistido sismos y emergencias sanitarias. Pero ni eso ha bastado para que las autoridades reconozcan su valor con hechos y no con promesas. Su aniversario no es un motivo de alegría, sino un recordatorio urgente de que, en Oaxaca, hasta los pilares de la salud pueden ser olvidados.