El arte de la fuga, BWV 1080 (en alemán: Die Kunst der Fuge) es una obra musical compuesta por Johann Sebastian Bach. Compuesta con la idea de que fuese un conjunto de ejemplos de las técnicas del contrapunto. No está claro cuándo Bach comenzó a componer El arte de la fuga.
Un análisis estilístico reciente, de hecho, sostiene que las primeras cuatro partes preceden en gran medida a las siguientes. El tema ya aparece en forma embrionaria como tema de la Fuga en sol menor para órgano BWV 578, mientras que en la Fuga sopra il Magnificat BWV 733, hay una variante para ampliar el tema de Contrapunctus. Bach, sin embargo, no se dedicó asiduamente al arte de la fuga a partir de 1747 y, con toda probabilidad, su plan era completarlo en 1749, para poder presentarlo como la obra científico-musical que los miembros de La Correspondierende Societät der musicalischen Wissenschaften de Lorenz Christoph Mizler, de la que Bach era miembro, tenía que presentar anualmente. La muerte de Johann Sebastian Bach en 1750 dejó la obra inconclusa.
La primera edición impresa, editada por su hijo Carl Philipp Emanuel, que reemplazó a Johann Christoph Friedrich, estaba incompleta y con el título Die / Kunst der Fuge / durch Herrn Johann Sebastian Bach / ehemahligen Capellmeister und Musikdirector zu Leipzig (” El arte de la fuga del Sr. Johann Sebastian Bach, antiguo maestro de capilla y director musical de Leipzig”), se publicó al precio de cinco táleros y no se indica ni el nombre del editor, ni el año, ni la ciudad de publicación.
Está formada por 14 fugas y cuatro cánones, todos sustentados en el mismo tema (o sujeto) en Re menor, aparentemente simple. Fue publicada sin indicación alguna de instrumentación ni su orden, lo que ha dado lugar a numerosas versiones.
Según el musicólogo Alberto Basso, en los siglos XVII y XVIII era una opinión bastante extendida que las estructuras contrapuntísticas debían basarse en principios lógico-matemáticos, y que el trabajo de los artistas involucrados en ellas debería estar más cerca de una especulación científica que de una manifestación creativa libre. Como ocurre con muchas otras obras de Bach, varios estudiosos también destacan la presencia de diversas referencias numerológicas para El arte de la fuga, que, según algunos, inspiraron toda la estructura. De hecho, toda la obra, se estructuraría a partir de elementos y relaciones numéricas asociadas a significados filosóficos: unidad, principios especulares, contrapuntos y la música de las esferas.
Los misterios comienzan con dos particularidades de la escritura, uno bastante corriente y el otra no. El primero es la no especificación de para qué instrumento estaba pensada esa colección de fugas (contrapunctus, las llama Bach) sobre un mismo tema. El otro es que las voces están escritas en pentagramas separados y no como si se tratara de una partitura para algún instrumento.
Otra posibilidad es que esas fugas puedan ser tocadas por cualquier grupo instrumental. Tiene la indiscutible ventaja de que puede sonar muy bella.
Comentarios sobre El arte de la fuga de Bach: Es una obra de arte de máxima seriedad. Es probablemente la obra para teclado de Bach que más se beneficia de una transcripción bien elaborada para otros instrumentos.
Algunas características de la música de Bach son: Líneas melódicas sencillas y bellas. Dominio del lenguaje orquestal. Descubre ritmos y armonías nuevas. Utiliza instrumentos que habían sido menospreciados por otros autores. Profundidad intelectual, perfección técnica y belleza artística. Síntesis de los diversos estilos nacionales de su época y del pasado.
Espero disfrutes de esta bella obra.
Mtro. Mario L. Palacios C./Recopilador